CANCÚN, MX.- La permanencia de Edith Mendoza Pino como alcaldesa del noveno municipio de Quintana Roo pende de un hilo ante la amenaza latente de seis de los nueve regidores del Cabildo -tres del PRI y tres de oposición-que estarían dispuestos a renunciar esta semana para empujar a la revocación su mando. El argumento es que la presidenta municipal no les ha permitido cumplir con sus obligaciones para ejercer funciones normativas y fiscalizar la gestión municipal.
De concretarse la amenaza de los regidores, la administración de Edith Mendoza Pino sería la segunda en disolverse en Quintana Roo. La primera ocurrió en julio de 2004, cuando Juan Ignacio García Zalvidea, “Chacho”, fue removido de su cargo como alcalde tras la renuncia de 11 de los 13 regidores del Ayuntamiento de Cancún y el dictamen de la Décima Legislatura que determinó que en el municipio de Benito Juárez prevalecía un clima de ingobernabilidad, por lo que procedió al nombramiento de un Concejo Ciudadano, encabezado por la entonces diputada verdeecologista, Marisol Ávila Lagos.
Si los integrantes del Ayuntamiento deciden renunciar, dejarían incompetente al Cabildo, por lo cual será obligación del Congreso el nombramiento de un Concejo Ciudadano que se haga cargo de la administración hasta su conclusión a finales de 2013.
Desde su designación como candidata a la Alcaldía de Tulum, como parte de las negociaciones que hizo el diputado federal Carlos Joaquín González en la cúpula del PRI para ceder la candidatura al actual gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, Edith Mendoza Pino ha unificado a la mayoría de las corrientes de pensamiento y representantes sociales de la localidad… pero en su contra, y el panorama parece complicarse los ediles, aseguran, están dispuestos a renunciar para exigirle al Congreso del estado la desaparición de poderes y con ello, desconocimiento de la alcaldesa.
“Cuando ya han pasado 18 días de agosto, se ha negado a convocar a sesión de Cabildo, que mínimo deben ser dos al mes”, destacó el séptimo regidor perredista, Ernesto Alonso Ventre Sifri, principal opositor de la alcaldesa.
Aunado a la amenaza de los regidores, el movimiento ciudadano autonombrado “Nada Personal” ya ha recabado por lo menos cinco mil firmas entre los 28 mil 263 habitantes registrados por el INEGI (Censo de Población y Vivienda) en 2010 para sumarse a la petición al Congreso estatal que revoque su mandato y va por más.
Mendoza Pino llegó a la Presidencia Municipal de Tulum en una elección muy cuestionada. Ganó en el Tribunal Federal Electoral de la Federación (Trife) a su rival más cercano, Alonso Ventre Sifri –impulsado por la coalición PRD, PAN, PT y Convergencia– por 108 votos de diferencia. La edil se dice víctima de una campaña orquestada por su antecesor Marciano Dzul Caamal -señalado públicamente de enriquecimiento ilícito y de haber saqueado las arcas del municipio antes de irse- por su padrinazgo “joaquinista”. Dicen quienes conocen del tema, que Marciano Dzul siempre la obstaculizó, sobre todo cuando fue secretaria general de su administración y de ahí el rencor que pervive hasta este momento.
QUEJAS INTERMINABLES
La actual alcaldesa, desde que era quinta regidora en Solidaridad, siempre se opuso a que Tulum se convirtiera en municipio, lo que le ganó abiertas antipatías de la comunidad que ahora le reclama “la falta de arraigo”, porque ella sigue viviendo en Playa del Carmen. A cinco meses de su administración, Edith Mendoza acumula denuncias laborales, penales y en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Quintana Roo (expedientes CDH 99/2011, CDH 100/2011 y CDH101/2011), y un clamor ciudadano que le pide que se vaya.
Por ello, un movimiento ciudadano autodenominado “Nada Personal”, encabezado por el ex presidente de la Asociación de Profesionistas de Tulum, el ingeniero Javier Flores Flores, recaba firmas desde hace tiempo para frenar los “abusos” de la alcaldesa y destituirla. Hasta el momento han juntado más de cinco mil firmas, de las nueve mil que tienen como meta, con el propósito de solicitarle al Congreso estatal su remoción y así nombrar un Concejo Municipal que se encargue de llevar a cabo otro proceso electoral.
Javier Flores pone algunos ejemplos de ingobernabilidad que encara la administración de Mendoza Pino: “El despido masivo de empleados generales en las diferentes direcciones, la prepotencia con la que se conduce la Policía Municipal, las agresiones en contra de taxistas, las venganzas políticas de la presidenta en contra de trabajadores de confianza del municipio porque no simpatizaron con ella en la campaña política o las que hoy de alguna forma criticaron su actuar en la administración municipal”.
MALESTAR UNÁNIME
El movimiento “Nada Personal” toma fuerza con la suma seis de los nueve regidores del Cabildo. Silvia Lugo Flota, regidora panista, se comprometió a que:”Yo en lo personal, no sólo me sumo, sino que mientras renuncio a la regiduría, seré portavoz de estas gentes ante la Legislatura”.
El regidor priísta, Martín Cobos Villalobos, aseguró que son seis los regidores: tres priístas y tres de oposición, de un total de nueve, que buscarán antes de renunciar, la desaparición de poderes en Tulum. “Porque hay que aceptar, pero sobre todo denunciar que tenemos un gobierno cacique, donde se usan recursos públicos ya para impulsar campañas rumbo a la senaduría.
“Por eso aunque nos hagamos el ‘harakiri’ es mejor la desaparición de poderes y que sean los diputados del Congreso del estado quienes nombren un Concejo Municipal”, dijo. (Fuente: Tabasco Hoy)
