La Comisión Estatal de derechos Humanos (CEDH) es víctima de su presidente, Enrique Norberto Mora Castillo.
El presidente de la CEDH ha optado mejor por agacharse y sacar a la cabeza, a menos que sea absolutamente necesario.
En temas tan graves, como la “convivencia” de “Los Pelones” y “Zetas” en la cárcel estatal de Cancún, Mora Castillo, hizo como que la Virgen le habla.
Temas inminentemente locales, como los casos de Kalimba y Ana Bárbara, tuvo que intervenir la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ante la inoperancia de la Estatal.
Pero urge algo más que una recomendación para salvar a la CNDH.
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