CANCÚN, MX.- A 24 horas de haber sido detenido por una falta administrativa, ningún familiar ha llevado comida a Jeremías Castillo, ni mucho menos ha recibido ayuda médica. Una vez que cumpla las 36 horas de arresto será puesto en libertad, afirmó el titular del Centro de Retenciones Administrativas, Arnoldo Bringas, quien aseguró que este sujeto está tranquilo y aislado del resto de los infractores.
En ese sentido, el funcionario municipal manifestó que este sujeto ingresó cerca de las 19:00 horas de ayer al ya famoso “Torito”, luego de que durante más de cinco horas permaneció arriba de una torre de energía eléctrica de la Región 222.
Agregó que desde su ingreso se le asignó una celda donde está solo. “Tenemos entendido que este hombre es agresivo por la enfermedad que padece, lo que nos obliga a mantenerlo aislado del resto de los infractores, pero desde su llegada se ha mostrado tranquilo y platica algunas cosas con el personal de seguridad del lugar”, afirmó el funcionario.
De acuerdo con el reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno, esta persona permanecerá bajo custodia solamente 36 horas, y si familiares o autoridades de salud no se presentan, esta persona será puesta en libertad.
Señaló que desde que ingresó Jeremías no ha recibido la visita de familiares ni tampoco han acudido médicos o personal de alguna institución para que determinen qué harán con él.
El funcionario municipal dijo que las únicas recomendaciones que recibió es que estuviera en una celda solo y que fuera vigilado constantemente por los celadores y la guardia, para evitar que pueda atentar en contra de su vida o integridad física.
Jeremías Castillo Chablé, de 27 años de edad y con un historial clínico de epilepsia, puso en jaque a las autoridades la mañana y tarde del lunes, al subir a una torre de alta voltaje de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de donde se negaba a descender si no se iban las autoridades policiacas y de rescate.
Fueron cinco horas en la que arriesgo su vida, pese a que su prima y hermana estaban en el lugar y le solicitaban que bajara, hasta que finalmente un pastor evangélico lo convenció de descender.
Fue sometido y entregado a paramédicos de la Cruz Roja, quienes después de valorarlo lo entregaron a las autoridades municipales. (Fuente: Diario de Quintana Roo)
