COZUMEL, MX. – Las propias meretrices destapan la cloaca acerca del prostíbulo que opera fuera de la ley y muy cerca del plantel Conalep de esta ciudad, dejando al descubierto el proteccionismo de las autoridades municipales y estatales, incluso federales como el Instituto Nacional de Migración (INM).
Una de las féminas incluso señaló a Josué Paredes Irizzont, alias “El Chino”, coordinador de Regulación Sanitaria en Cozumel, como la persona que presuntamente vendió información a una de las “madrotas” en el sentido de que la habían denunciado ante las autoridades sanitarias de estar ejerciendo la prostitución a pesar de que es portadora del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Era cuestión de tiempo que la bomba estallara. Esta vez no fue por medio de una investigación periodística o queja de vecinos, sino lo llamativo es que cinco mujeres que trabajaban en ese lupanar dieron a conocer la miasma que envuelve la operación de este prostíbulo al que a cinco años de funcionamiento y con el conocimiento pleno de las autoridades municipales y sanitarias no se le puede catalogar de clandestino.
Pamela, Flora, Lucero, Karen, Nataly, y Ana, son los nombres artísticos -si se permite el término- de las mujeres inconformes que laboraban en este edificio, siendo Pamela quien dio a conocer lo que sucede permitiendo a este medio de comunicación ser fotografiada y proporcionando su nombre real, pero a la vez pidiendo el anonimato.
El problema que Pamela tuvo con Enna Hernández Junco la “madrota” con que trabajaba fue que la entrevistada se opuso hace dos meses a sostener relaciones sexuales con un cliente sin protección ni porque le ofrecían la cantidad de 2 mil pesos, porque sabía que anteriormente ese cliente había sostenido relaciones sexuales sin condón con Hernández Junco y que de acuerdo a la entrevistada, la mujer es portadora del VIH desde hace catorce años.
La negativa enfureció a su “jefa” y la despidió, luego y por otras cuestiones corrió a Flora, Lucero, Karen, Nataly, y Ana.
Al inicio de la entrevista se refirió al edificio “como un prostíbulo que desde hace cinco años funciona las 24 horas del día, no es casa de familia. Empezó a funcionar porque las “madrotas” buscaban rentar unos cuartos ya que por años se han dedicado a este oficio y dieron con este edificio situado sobre la 25 avenida con 19 sur de la colonia Andrés Quintana Roo, y les rentaron a 600 pesos tres cuartos del inmueble que estaba abandonado y desocuparon un predio de la 90 avenida donde operaban”.
Expuso que Enna Hernández Junco trae cada sábado hasta diez prostitutas de Cancún de donde es originaria para que trabajen en este sitio. Cada una cobra por servicio entre 200 a 250 pesos, y de lunes a jueves, a esta “madrota” se le quedan 50 pesos por el alquiler del cuarto por cada servicio y de viernes a domingo les cobra 100 pesos por cada servicio al cuarto en donde hay tres camas con cortinas para que tres parejas puedan tener relaciones sexuales simultáneamente.
Dice que antes del problema con Enna Hernández Junco, ella acudió a ver a Josué Paredes Irizzont, coordinador de Regulación Sanitaria en Cozumel, para darle la información amparándose con un oficio clínico en el que está asentado que la referida “madrota” tiene el virus del SIDA y que sostiene relaciones sexuales con clientes sin protección, a lo que según Paredes Irizzont le comunicó que iba a actuar en consecuencia.
Asegura que luego de que la despidieron, rentó junto con otras dos mujeres uno de los cuartos de la planta alta, pero esta semana Enna Hernández Junco subió a verla armada con una madera e intentó golpearla porque según ella, el mismo Josué Paredes Irizzont le dio a conocer que Pamela la denunció.
Asegura la entrevistada que la misma Hernández Junco alardeó de que le pagó la cantidad de 3 mil pesos a Josué Paredes Irizzont para que le diera a conocer el nombre de la persona que la denunció, al respecto dijo que “sobornó al “Chino” ese de Cofepris con 3 mil pesos porque ella me lo gritó a mí, que yo fui la que lo fue a acusar, y le tuvo que dar 3 mil pesos y a la chamaca conocida como “La Pecas”, la que agarró la Policía Judicial hace 15 días y la soltaron, esa vez la Policía Judicial agarró a tres mujeres y las dejaron libres porque les dieron su mochada de 5 mil pesos por “La Pecas”, 5 mil por “Juliana” que es la encargada que a veces deja Enna Hernández Junco, y a “Karen” le bajaron 2 mil 300 pesos que es lo que había ganado en dos días ya que apenas había llegado de Cancún”.
El 24 de abril pasado la Policía Judicial detuvo en el lugar a tres mujeres de nombre Angelina Iris Bartolón, de 18 años, originaria de Motozintla, Chiapas, Nancy Belinda Sawers Pineda, de 36 años originaria de Honduras, y a Diana Laura Hernández Hernández, de 41 años, originaria de Tizimín, Yucatán.
Confirmó que ninguna mujer se hace pruebas para detectar el virus del SIDA en sus cuerpos y que hay algunas que ejercen el oficio sin protección, aunque dijo que no todas.
Asimismo, afirmó que “ese (funcionario) de Cofepris sabe todo (Josué Paredes Irizzont) y es su trabajo detectarlo, al igual que los fiscales (del ayuntamiento que) sí saben, pero no hacen nada porque les están pagando”. Incluso dijo que hay intercambios de ‘servicios’ con los fiscales del ayuntamiento y otras graves acusaciones que publicaremos mañana en este mismo espacio. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
