CANCÚN, MX.- Un estado quebrado, con la segunda mayor deuda per cápita a nivel nacional y una muy escasa perspectiva de inversión en infraestructura por falta de liquidez para los próximos años, es el diagnóstico que hace el empresario y consejero nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Hernán Cordero, sobre Quintana Roo.
Tras reunirse con los candidatos a puestos de elección popular en los comicios intermedios, a celebrarse el próximo 7 de julio, el empresariado quintanarroense aglutinado en la Coparmex manifestó su preocupación por las finanzas del gobierno estatal y solicitó mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos.
El candidato a diputado local, Eduardo Mora, expuso en la reunión que aunque la deuda pública oficial de Quintana Roo es de 13,500 millones de pesos, a ello se debe sumar los créditos a corto plazo que ha solicitado el gobierno de Roberto Borge Angulo, que abonan otros 3,500 millones de deuda a los pasivos estatales.
“Es deuda a corto plazo, esa que le pega al gasto corriente, al pago de nómina, a las obras de infraestructura, y que no se sabe a ciencia cierta cuánto es, porque hay una Ley de Deuda Pública en el estado que le autoriza al gobernador contratar discrecionalmente deuda a corto plazo, a fondo revolvente que se está contratando muy cara luego de que se le bajó la calificación crediticia al estado a “-BBB” por parte de Fitch, explica.
SIN ESPERANZAS DE LIQUIDEZ
Existe incluso la posibilidad de colocar bonos de deuda del estado por hasta 2,000 millones de pesos, pero ante la “pésima calidad crediticia” ninguna institución está dispuesta a comprar esos bonos, añade.
Sin militar en ningún partido político, el empresario Hernán Cordero considera que a ello se debe añadir que la deuda no se ve reflejada por ningún lado en obras de infraestructura social, por lo que se debe abrir una investigación sobre a dónde han ido a parar esos recursos.
Agrega que la desaceleración del país ha frenado la inversión pública a nivel nacional, por lo que en Quintana Roo esa falta de inversión se verá potenciada con la falta de liquidez del gobierno estatal y al menos en los próximos tres años no se percibe ningún tipo de recuperación que pueda echar a andar este sector. (Fuente: El Economista)