LA ‘CRUDA’ DEL TRIUNFO DEL PRI: Aprobará Congreso nuevo préstamo por 4,500 mdp para pagar los ‘platos rotos’ de la mala administración de Borge; crecerá la deuda de QR a 17,500 mdp

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ROBERTO BORGE CON FELIX, 3Con un nuevo crédito por 4 mil 500 millones de pesos que está previsto aprobarse este martes 16 de julio, sólo con los bancos la deuda pública del estado aumentará a 17 mil 500 millones de pesos. Faltaría sumar los más de 8 mil millones que se deben a proveedores

A una semana de concluidos los resultados de los comicios locales, el Congreso del estado aprobará la solicitud de un nuevo crédito bancario por la cantidad de 4 mil 500 millones de pesos como parte de una nueva reestructuración financiera que tiene por objeto sacar al gobierno de Quintana Roo de la lista de mala calificación crediticia en que, meses, fue incluido por la firma consultora Fitch Ratings.

La nueva solicitud aguarda en la Oficialía de Partes del Congreso y está previsto que la aplanadora priísta la apruebe sin ningún problema este martes 16 de julio y sería el primer crédito solicitado por el gobernador Roberto Borge Angulo.

Su antecesor, Félix González Canto, dejó una deuda de 13 mil 26 millones de pesos, lo que sumado al nuevo empréstito arrojaría una deuda toral de 17 mil 526 millones de pesos, sólo con las instituciones bancarias y sin contabilizar los adeudos que se arrastran con proveedores por más casi 8 mil millones de pesos.

En marzo pasado, Fitch Ratings bajó y colocó en observación negativa la calificación crediticia del estado, debido al “deterioro observado en la posición financiera”, cuya deuda directa de largo plazo ascendió a 10 mil 970 millones de pesos.

A través de un comunicado, la calificadora advirtió que hasta el pasado 31 de marzo, el pasivo circulante ascendió a 5 mil 55 millones de pesos, de los cuales dos mil 688 millones, corresponden a créditos bancarios de corto plazo, con vencimientos en agosto próximo.

Adicionalmente, alertó, que en las cajas del gobierno del estado se registra una muy baja y decreciente disponibilidad de efectivo. “Lo anterior, se debe fundamentalmente al alto y creciente gasto operacional, lo cual limita la flexibilidad financiera de la entidad”, precisó.

Por eso, la gran urgencia del gobernador Borge Angulo para que este martes 16 se apruebe su nueva solicitud de crédito, el cual no le resolvería el problema de fondo pero sí le llenaría el tanque de oxígeno para salir al paso de los gastos financieros al cierre de 2013 y, sobre todo, le quitarían los focos rojos a su administración para poder solicitar nuevos créditos a futuro.

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Cronología. Durante el mandato del ex gobernador Joaquín Hendricks, el estado de Quintana Roo contrajo una deuda pública por 2 mil millones de pesos. Para solventarla, el 13 noviembre de 2006, Félix González Canto hizo una reestructura financiera por mil 257 millones de pesos, dos años después, el 25 de noviembre de 2008, solicitó al Congreso la aprobación de otro empréstito por mil 900 millones de pesos, a pagar en un plazo de 20 años.

Al año siguiente, el 10 de diciembre de 2009, pidió otro crédito por 2 mil 661 millones de pesos. El 19 octubre de 2010, seis meses antes de concluir su mandato, solicitó un nuevo empréstito por 2 mil 700 millones de pesos. Y 15 días antes de dejar el cargo, ingresó al Congreso el cuarto empréstito por 700 millones de pesos.

El ex mandatario también contrató deuda de corto plazo, respaldada por pagarés con vencimiento de 60 días y al término de su administración la liquidación de éstas quedaron pendientes. En 2011, a su sucesor Roberto Borge Angulo no le quedó más remedio que reestructurar la deuda de corto y largo plazo que les fueron heredadas.

A través de la Secretaría de Hacienda, Borge Angulo hizo una reestructura por 5 mil 434 millones de pesos, luego por 5 mil 293 millones de pesos. En total 10 mil 726 millones de pesos. Más tarde, el estado comenzó a emitir certificados bursátiles por 2 mil 500 millones de pesos.

Para obtener liquidez se recurrió a la toma de líneas de crédito: pidió 4 mil millones de pesos a Banobras; mil 543.5 millones de pesos a Multiva; mil 500 millones de pesos a HSBC; mil 434.4 millones de pesos al banco Interacciones.

En su defensa, Félix González ha insistido que la deuda de su administración se contrajo por eventos como el embate del huracán Wilma, la crisis de la influenza A-H1N1 y para hacer frente a múltiples compromisos debido que “no se enviaron a tiempo las participaciones federales”.

Sin embargo, Wilma azotó las costas de Quintana Roo el 19 octubre de 2005 y el primer empréstito después de esta contingencia, por la cantidad mil 900 pesos, se tramitó en noviembre de 2007, de acuerdo con los estados financieros de la cuenta pública estatal, consultados por Luces del Siglo.

Para Baltazar Tuyub, “decir que se endeudó al estado para enfrentar la contingencia del huracán Wilma es una mentira. Si en octubre de 2005, yo como gobernador estoy enfrentando una contingencia, hubiera tramitado un empréstito en octubre o noviembre de ese mismo año, no dos años y un mes después; en 2008 curiosamente hubo elecciones”.

Ese año, Quintana Roo tuvo comicios para renovar los entonces 8 ayuntamientos y 25 diputados del congreso del estado.

La mentira de Félix se afianza, añade el diputado panista con licencia, al demostrase que para afrontar los desastres del huracán Stan y Wilma, el gobierno federal entregó a estados y municipios recursos provenientes del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fondem) por 15 mil 220 millones 875 mil916 pesos; de esta cantidad, Quintana Roo obtuvo 14.8 por ciento; es decir, 642 millones 759 mil 993 pesos.

Además de ello, hubo excedentes en la captación de recursos propios del estado. De acuerdo con el decreto 251, correspondiente a la ley de ingresos de 2008, el gobierno del estado proyectó recaudar vía participaciones federales 10 mil 293 millones de pesos.

Pero al cierre de ese ejercicio fiscal, la cuenta pública aprobada muestra que la federación mandó a Quintana Roo, participaciones por 14 mil 168 millones de pesos; es decir: más de 4 mil 168 millones de pesos adicionales.

“Matemáticamente, no había justificación para pedir todavía un crédito por mil 900 millones, porque si lo sumamos a los demás ingresos, sólo en 2008, el ex mandatario ejerció fondos excedentes por más de 6 mil millones de pesos”, observa Baltazar Tuyub.

Todos los créditos solicitados por el gobierno estatal, han sido aprobados por el Congreso bajo el argumento de apoyar la inversión pública productiva para Quintana Roo; sin embargo, no hay grandes obras de infraestructura social, ni cultural ni carretera que reflejen el peso de la enorme deuda pública.

Año con año, el gobierno del estado ha obtenido mayores ingresos de participaciones federales. En 2006 se reportaron 9 mil 621 millones 684 mil pesos; en 2007, 11 mil 101 millones 807 mil pesos; en 2008, 14 mil 168 millones 595 mil pesos; en 2009, 14 mil 192 millones de pesos; en 2011, 15 mil 17 millones 464 mil pesos; 2012, 16 mil 514 millones 942 mil 406 pesos.

Dinero a la basura. Sólo en intereses por la deuda pública, los quintanarroenses pagan anualmente mil 750 millones 464 mil 947 pesos, a lo que deben sumarse 308 millones 432 mil 53 pesos por comisiones.

En los últimos ocho años, solo con el pago de los intereses de la deuda generada,  alcanzaría para construir más de mil escuelas; o bien, sobraría para edificar y operar un hospital de Alta Especialidad y Medicina Avanzada con cien camas, un centro médico y atención hospitalaria de alto nivel para atender 42 especialidades clínicas, como oncología, trasplantes de órganos, de células madre, cirugías robóticas e investigación.

El ejemplo comparativo el hospital que construye el gobierno de Nuevo León y la Universidad Autónoma de aquel estado, con una inversión estimada en un millón 200 mil pesos, mismo que tendrá 17 niveles, tres pisos subterráneos y sótano.

Pero en Quintana Roo el dinero se tira a la basura. Aunque es un estado joven con un fuerte dinamismo en el turismo, la falta de pericia de sus gestores financieros, privados y públicos, ha provocado que la entidad sea castigada por los bancos. El hecho de que pague la tasa de intereses más alta a nivel nacional lo demuestra, además, esto le ha costado a la población 112 mil 920 millones de pesos, en ocho años.

Y es que en el manejo de la deuda pública, negociar y conseguir bajar una décima en la tasa de interés puede significar millones de pesos. Mientras la media nacional es de 6.5 por ciento, Quintana Roo se da el lujo de pagar 7.3 por ciento; es decir, una décima más de interés de lo que paga el sobre-endeudado estado de Coahuila.

Tan sólo en el tercer empréstito que solicitó Félix González, se canalizaron 6 millones de pesos para pago de abogados, calificadoras, notarios y fiduciarios. Para el siguiente crédito, el monto se elevó sorpresiva e injustificadamente a 30 millones de pesos.

Hasta la camisa. Marco Antonio Fernández, director en Investigación del centro de análisis de políticas públicas, “México Evalúa”, confirmó que Quintana Roo ocupa el primer lugar en riesgo de pago de su deuda, pues ésta representa 204 por ciento de las participaciones federales.

En otras palabras, “el estado se encuentra endeudado hasta la camisa y muy posiblemente podrá terminar de cubrir lo que debe en un plazo de 19 años, y tiene atadas las manos por las deudas adquiridas”, sostuvo el experto analista.

En el marco del Foro “Deuda Pública y Libertad de Expresión”, organizado por la Fundación Rafael Preciado Hernández en Cancún, Antonio Fernández calificó a Quintana Roo, como a otros estados de ser un “juniors tributario”.

Esto debido a que obtienen participaciones federales y no hacen esfuerzos propios para aumentar la recaudación ni apretarse el cinturón con una reducción de salarios, motivo por el cual –dijo- en los próximos meses no habrá más remedio que incrementar a la ciudadanía los impuestos.

Entre los peores. El director de México Evalúa destacó que de 2009 a 2013, la deuda pública de Quintana Roo se incrementó 4.7 de su Producto Interno Bruto (PIB). Quintana Roo es el tercer estado a nivel nacional en rubro de mayor deuda per cápita, con 9 mil 800 pesos por habitante, recordó.

Sin embargo, aclaró que las cifras son a marzo de 2013 y éstas serán mayores conforme se incremente la información del estado de la deuda en la entidad. Destacó que las entidades más endeudadas en términos del PIB son: Coahuila que aumentó 7.1; Nayarit 6 puntos; Chiapas 4.9; Veracruz 4.8 y Quintana Roo 4.7 por ciento.

Sobre la versión del ex gobernador Félix González Canto de que la deuda pública se debió para hacer frente a las contingencias provocadas por los huracanes Wilma y Dean, comentó: “La Auditoria Superior de la Federación ha estado documentado lo que ocurre. Uno de los factores que llevó al incremento de la deuda fueron fenómenos o desastres naturales, como Wilma, pero si se observa el desagregado de los gastos, no termina de justificarse un incremento tan sustantivo”.

Marco Antonio Fernández señaló que Quintana Roo, al igual que otros estados, no posee mecanismos jurídicos que les obliguen a reportar el monto total de la deuda ya que los créditos de corto plazo y los préstamos productos de alianzas del sector privado no se reportan a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP).

“No es caridad lo que los gobiernos de los estados deben dar a la ciudadanía en términos de la información, es una obligación porque es nuestro derecho como ciudadanos, porque son nuestros impuestos los que financian la obra pública”, externó.

Y precisó que, en muchas ocasiones, la información financiera se sube a la página en formato PDF y ésta no se puede analizar. “Esas son triquiñelas que se tienen que evitar y es ahí donde los legisladores locales deberían hacer su chamba y exigirle transparencia al gobernador”, exhortó.

En el rubro educación básica, Quintana Roo es el segundo estado, después de Oaxaca que menos gasta en educación y aunque el monto en inversión en educación media se ha incrementado, esto no se ha traducido en buenos resultados. “Si uno observara que la deuda pública se destina a financiar aspectos clave, con la educación no seríamos tan críticos de los niveles de deuda pública del estado”, aclaró.

En términos de calidad educativa, la Prueba Enlace y PISA, muestran que los quintanarroenses poseen un desempeño deficiente en términos de comprender lo que leen y utilizar adecuadamente las matemáticas.

Y en salud, se redujo la mortandad infantil, no así en mortandad materna; por el contrario, Quintana Roo es uno de los estados que más ha aumentado este mal. Y en el número de camas disponibles, también la cifra ha disminuido.

“Cuando empiezan a verse estas señales, uno se pregunta a dónde se van estos recursos. Y uno observa que en Quintana Roo ha habido dos rubros donde se va el presupuesto: gasto corriente y gasto para pagar la deuda”, puntualizó. (Fuente: Isela Serrano/Luces del Siglo)

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3 COMENTARIOS

  1. Disfruten lo votado quintanarroenses.
    El plato roto no lo paga ni el congreso, ni Roberto Borge, ni Félix González Canto, ni Paul Carrillo.
    El plato roto lo pagamos los ciudadanos, los que votaron por el PRI y los que no lo hicieron. Incluso los que no salieron a votar, todos pagamos los platos rotos. Bola de rateros a ver como dejan la deuda de Benito Juárez en breve.

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