QUIERE BORGE CONTROL TOTAL: Los intentos del Gobernador por infiltrar al PRD y PAN para tener una oposición a modo

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Al gobernador Roberto Borge Angulo no le basta haber asumido el control político absoluto de los Ayuntamientos y de la Legislatura local. Va por más. Horas después de las elecciones del 7 de julio, enfiló un nuevo intento por tener el control del PRD y del PAN, y a anular prácticamente a la disidencia política en Quintana Roo: con 10 Ayuntamientos priístas; una mayoría calificada en el Congreso del estado (del Revolucionario Institucional y el PVEM), y —por si fuera poco— el PAN y el PRD convertidos en “satélites” del PRI. Por lo pronto, en el Partido de la Revolución Democrática es donde las cosas ya van muy adelantadas, pues incluso la disidencia perredista, dominada por militantes del municipio de Othón P. Blanco, mantiene una ofensiva contra el actual presidente estatal, Julio César Lara Martínez, y ya hasta tiene un candidato “de unidad” como prospecto para suplir al actual dirigente estatal del sol azteca en Quintana Roo.

Pero no es ésta la primera vez que Roberto Borge pretende apoderarse de las dirigencias del blanquiazul y del sol azteca. En el reciente proceso electoral local trató, desde los órganos de dirección de Acción Nacional y del PRD, sabotear la pretendida coalición de eso partidos, la cual finalmente, no se formalizó. En la renovación del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, realizada el 22 de septiembre de 2012, el gobernador Roberto Borge Angulo apoyó a Jesús Zetina González, quien a su vez ostentó como una de sus banderas de campaña el rechazo a una alianza entre panistas y perredistas.

El cancunense Eduardo Martínez, abierto pro aliancista que contaba con el apoyo del presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde, superó apenas (con 25 votos contra 23) al cozumeleño Jesús Zetina. De igual forma, Borge trató de influir en el Consejo Estatal del PRD para que dicho órgano de dirección no validara la alianza de este partido con Acción Nacional. Uno de los principales opositores a la alianza fue el ex presidente municipal de Benito Juárez y ex candidato a gobernador, Gregorio “Greg” Sánchez. No obstante, con 96 votos a favor y sólo 14 en contra —lo que equivale a 88 por ciento de los consejeros—, el PRD aprobó el 24 de marzo la alianza total con el PAN. Previo a la votación, Julio César Lara, presidente estatal del PRD, acusó al gobernador Borge de tener metidas las manos en el PRD y de presionar a consejeros y fedatarios públicos para que no se presentaran en la sesión del partido. De lograrlo, trataría de alterar el resultado o provocar que la votación no tuviera validez.

Lara también denunció que desde la Secretaría de Gobierno local, cuyo titular es Gabriel Mendicuti, se ordenó a los notarios públicos de Cancún no dar fe de la mencionada sesión, por lo que fue necesario llamar a otro fedatario del cual no se reveló su identidad. Sin embargo, la coalición no se formalizó por un aparente error burocrático por parte del CEN del PAN y por retrasos en el “papeleo” concerniente al Instituto Electoral de Quintana Roo, lo cual fue impugnado por el PRI y avalado por el Tribunal Electoral de Quintana Roo más la III sala regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. De hecho, el fracaso en la formalización de la alianza se considera como uno de los principales factores para la debacle de la de la oposición PAN y PRD frente a la sorprendente victoria del PRI y del gobernador Roberto Borge. El siete de julio el PRI obtuvo carro completo en los 10 Ayuntamientos, y con el PVEM, la mayoría constitucional del Congreso local; lo que, entre otras cosas, permitirá al gobernador poner a los magistrados del Tribunal Superior Justicia del Estado (TSJE).

En 10 horas se acabaron la autonomía municipal y el equilibrio de poderes en Quintara Roo. A partir de la confrontación electoral y del sorprendente triunfo del PRI en los comicios, Borge dio inicio a su intentona de apoderarse del PAN y el PRD en condiciones que son inmejorables, dado el tremendo fracaso de la coalición de facto de ambos partidos.

La radio y televisión del gobierno del estado y los medios “privados” al servicio del gobernador y del PRI dieron enseguida amplia cobertura a la inconformidad de militantes de Acción Nacional y del sol azteca, lo mismo que a su demanda de destituir a los líderes estatales.

La disidencia perredista es la que ha demostrado mayor capacidad de organización para destituir a su presidente estatal, y por eso el 21 de marzo unos 30 militantes del PRD, incluidos los presidentes de cuatro de los 10 comités municipales más el secretario general del comité estatal, Rafael Esquivel Lemus, desconocieron a Lara Martínez, por los “pésimos resultados” obtenidos por este instituto político en los comicios locales intermedios del pasado 7 de julio.

De igual forma acordaron solicitar ante el Comité de Garantías y Vigilancia la imposición de sanciones al presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde, al presidente del Consejo Estatal del PRD, Sergio Flores, y a la representante de este partido ante el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), Nidia Santillán, así como a los integrantes de la coordinación de campaña en el Ayuntamiento de Benito Juárez, María Eugenia Córdova Soler y José Antonio Meckler Aguilera. Este encuentro se llevó a cabo en la comunidad de Tulum, en la zona centro de Quintana Roo, preparado por Gabriel Sifri, quien intervino en la campaña negra del PRI contra el PRD.

De acuerdo con Carlos Vázquez Hidalgo, presidente de la mesa de los debates de dicho encuentro, se estableció que la alianza de facto con el PAN fue un error estratégico y que debió de privilegiarse una coalición de las izquierdas. Indicó que tras los debates hubo consenso en no sólo desconocer a Lara Martínez, sino que además cesara como interlocutor para los comités municipales de Othón P. Blanco (Chetumal), Solidaridad (Playa del Carmen), Cozumel e Isla Mujeres, cuyos presidentes asistieron a la reunión.

En cambio, se determinó que la interlocución ante el comité estatal del partido la tomara a su cargo el actual secretario general del PRD en Quintana Roo, con la representación de los comités municipales que ya fueron mencionados. Ante las derrotas electorales infligidas a los candidatos y militantes perredistas en suelo quintanarroense, el presidente del comité municipal del PRD en Othón P. Blanco, Andrés Blanco, observó que si bien en el encuentro de Tulum se había establecido la responsabilidad de los dirigentes estatales del partido, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, también es corresponsable, por lo cual debe de poner a consideración su permanencia en el puesto que aún ocupa.

Por su parte, Esquivel Lemus señaló que desde su punto de vista hay tres responsables “intelectuales”: Ricalde Magaña, Córdova Soler y Meckler Aguilera, y tres autores “materiales”: Lara Martínez, Flores Alarcón y Nidia Santillán. Señaló que se tomó la decisión de convocar a un Consejo Estatal extraordinario donde se definirá “el nuevo rumbo del partido”, y precisó que en la votación general estatal el PRD recibió 13 por ciento del total de los votos emitidos, y el PT, 10 por ciento.

De acuerdo con lo que dijo, el Partido de la Revolución Democrática quedó reducido, en Quintana Roo, a mera “chiquillada”. Otros dirigentes que acudieron al encuentro son el ex regidor de Benito Juárez, Raúl Arjona, el ex diputado local Alejandro Alvarado y el secretario de Formación Política del comité estatal perredista, Isauro Pool. Asimismo, el líder local de la corriente bejaranista Izquierda Democrática Nacional, Hugo González Reyes.

El presidente estatal del PRD, Julio César Lara Martínez, ha adelantado que no contempla renunciar a su cargo porque con ello se le abriría el paso a la “intentona del gobernador Roberto Borge” de apoderarse de ese partido. Parte de esa intentona, mencionó, fue la reunión de “un grupo de perredistas” en Tulum. “Son gente que estuvo jugando de aquel lado”, manifestó. Alegó —por último— que el encuentro de Tulum fue “movido por el gobierno del estado”, y sobre la culminación de los esfuerzos de Borge para apoderarse del PRD, dijo “no la vamos a permitir”.

A casi un mes de las elecciones locales, la disidencia perredista sigue convocando consejeros para lograr una sesión extraordinaria del Consejo Estatal. Hasta ahora ha habido, dentro del partido del sol azteca, pronunciamientos favorables para que el chetumaleño Carlos Vázquez sustituya a Lara Martínez. Pero aún falta sumar a los reunidos 40 por ciento del total de los consejeros. O lo que es lo mismo: llevan 35 consejeros, pero requieren por lo menos 50 para convocar oficialmente una sesión extraordinaria del Consejo Estatal. (Fuente: Sergio Caballero/Luces del Siglo)

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