Es más que evidente, que miles de empleados del Gobierno del estado están siendo despedidos, no por un plan de ajuste en favor de más inversión pública, sino por la injustificable deuda que dejó Félix González Canto y que, también Roberto Borge, ha hecho lo suyo, para incrementarla aún más.
El titular de la ahora “Supersecretaría” de Planeación y Finanzas, Juan Pablo Guillermo Molina, entre algunos datos que soltó a los reporteros, ante de entrar a “comparecer” ante diputados, dejó muy en claro que la deuda, que ya suma 17 mil millones de pesos, la cual no se ve “retratada en obra pública”, está por encima de los miles trabajadores, muchos de los cuales, ganan de mil 500 pesos a la quincena.
De acuerdo con el funcionario, tras el recorte de personal, el próximo año se destinarán poco menos de 800 millones de pesos para el pago de nómina, pero para la deuda, se aplicará el doble, unos mil 600 millones de pesos.
Y precisamente uno de los argumentos más recurridos por el ex Gobernador Félix González Canto, para contratar deuda, era que esos empréstitos servían para sostener los empleos.
Bueno, al menos el suyo sí, pues sin ningún problema pasó de Gobernador a Senador.
