Plan de trabajo de la CDHEQROO: Retórica sin compromiso – Por Alfredo Fernández de Lara

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POLIARQUÍA

La semana pasada se presentó el Plan de Trabajo 2014-2018[1] de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, algo que resulta pertinente y una condición necesaria, aunque no suficiente, para la interacción entre esta institución y la sociedad quintanarroense. Bueno resultaría que esto no quedara en generosas intenciones, en un instrumento legitimador o como parte de un discurso políticamente correcto. Sin embargo, sin ánimo de querer ser más exigente de lo que el contexto permite, al leer el documento me han surgido algunas dudas sobre la aplicación práctica del mismo.

El “plan de trabajo” de la CDHEQROO consiste en un conjunto de enunciados sobre el fundamento jurídico de sus obligaciones, en el que a partir de 6 ejes temáticos y de establecer objetivos generales, se presenta lo que la Comisión pretende realizar en el período 2014-2018. Los ejes temáticos son los siguientes: a)Desarrollo Institucional de la Comisión; b) Atención a víctimas de violaciones de derechos humanos; c) Acciones específicas para la protección de los derechos humanos de grupos en 
situación de vulnerabilidad; d) Educación, investigación y divulgación de los derechos humanos; e) Derechos humanos de la población indígena; y f) Derecho a la salud y medio ambiente sano.

Entre las cuestiones positivas que creo importante destacar en este plan, se encuentra la elaboración del “Sistema Estatal de Alerta a la Violación de Derechos Humanos”, para lo cual seguramente se contará con el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. También son importantes las propuestas para capacitar a los visitadores en relación al nuevo sistema de justicia penal, la coordinación con las organizaciones de la sociedad civil, la atención a víctimas de trata de personas, la creación de una visitaduria itinerante en asuntos indígenas, el desarrollo de la biblioteca virtual y la apertura del centro de atención a víctimas en la zona norte.

En realidad no hay muchas cuestiones novedosas a nivel institucional, el cambio más significativo es estético, consistente en el nuevo logo y lema de la Comisión. Gran parte de las propuestas planteadas son cuestiones que desde su creación han sido parte de la naturaleza propia de la institución y otras que se han implementado con el transcurso de los años, tales como: la atención jurídica y psicológica a víctimas de violaciones de derechos humanos, el número telefónico gratuito de atención ciudadana 075, la colección de cuentos infantiles “Guardianes de los derechos humanos”, la red de promotores de los derechos humanos, la digitalización de los expedientes de queja concluidos, facilitar la constitución legal de las organizaciones de la sociedad civil, las acciones de capacitación a diversos sectores de la sociedad y la prevención de la violencia escolar. Creo que esto resulta positivo, ya que se da continuidad a las acciones que han dado resultados.

No dudo que la intención del “plan” sea buena pero el resultado es bastante limitado y termina siendo un documento retórico más que una guía que nos de muestras de una racionalidad conceptual y metodológica en su diseño. Yo esperaba que esta “nueva CDHEQROO” nos presentaría un plan que contaría con un diseño que nos diera un panorama detallado sobre las políticas públicas que la Comisión busca ejercer en el periodo señalado, es decir, ir más allá de buenas intenciones. Las instituciones públicas requieren de un marco lógico que guíe su actuación para responder de manera eficiente y eficaz a las demandas de la sociedad, ya que las ambigüedades y vaguedades retóricas nos conducen al terreno de la fe y la esperanza, en tanto, las ocurrencias terminan generando altos costos organizacionales y pocos resultados concretos, pues como dice un clásico “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”.

En el plan presentado no se establecen metas concretas, ni la forma en que se van a implementar las acciones tendientes a conseguirlas, tampoco hay claridad en torno a qué áreas de la Comisión se encargarán específicamente de la coordinación de las acciones, no se establecen indicadores de desempeño que señalen como piensan medir el cumplimiento a las propuestas plasmadas en el documento, no se mencionan los tiempos ni los costos con los que se espera lograr la consecución de los objetivos, ni se establecen mecanismos de evaluación social y de rendición de cuentas.

En cuanto al compromiso de fortalecer el vínculo con la Comisión Nacional a fin de establecer “nuevas pautas de trabajo”, esto podría parecer una cuestión importante, sin embargo, no hay que dejar del lado los fuertes cuestionamientos que organizaciones de la sociedad civil y líderes de opinión (Sergio Aguayo, Denise Dresser e incluso el rector de la UNAM, José Narro) han hecho respecto al trabajo de Raúl Plascencia al frente de la CNDH, quien por cierto estuvo presente en la presentación del plan de trabajo de la CDHEQROO como parte de su estrategia de campaña para obtener apoyos políticos para su ratificación al frente de la CNDH.

El documento presentado por Harley Sosa Guillén evidencia una falta de claridad conceptual para diferenciar entre lo que tendría que ser un plan estratégico de trabajo y lo que es una consulta a la sociedad. Sin duda, la participación de la sociedad es una condición necesaria, sobre todo tratándose de este tipo de organismos, sin embargo, el dotar de metodología a estas propuestas es un deber y un acto de responsabilidad institucional. El plan es una muestra del tipo de cultura política y de las limitaciones formativas de quien hoy está al frente de esta institución, ya que hacer retórica no es lo mismo que hacer políticas públicas responsables, basadas en diagnósticos serios y orientadas a la solución de problemas concretos.

En todo caso espero que todos los actores sociales que se tomaron el tiempo de realizar propuestas vayan más allá de esto y continúen con su importante participación, vigilando el cumplimiento del plan de trabajo. Sin embargo creo que será difícil hacerlo, ante la carencia de un buen diseño y de la ausencia de mecanismos de evaluación y control. Si tuviera que resumir este plan diría que es retórica sin compromiso.

[1] Plan de Trabajo 2014-2018. Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo. Disponible en: http://www.derechoshumanosqroo.org.mx/portal/portal/PlanTrabajo20142018/index.html

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