CANCÚN, MX.- Sin freno se mantiene operando impunemente la banda de los “Ponchallantas” en Cancún, que comete sus atracos en las áreas donde se ubican instituciones bancarias, sin que las autoridades logren parar este tipo de robos. Apenas el año pasado fueron detenidas cuatro personas en Playa del Carmen por cometer robos con esa “técnica criminal”, lo cierto es que siguen operando sin mayor problema, y en Cancún ya suman al menos tres casos graves registrados en lo que va de este año, pues ocurren en el primer cuadro de la ciudad.
Las víctimas son generalmente cuentahabientes o personas de empresas o negocios que acuden en vehículos a retirar sumas considerables en efectivo en sucursales bancarias, desde donde son detectadas por los delincuentes y al salir, no se dan cuenta que sus neumáticos ya fueron manipulados colocándoles elaboradas puntas de metal, para ser ponchados. Y es hasta que ya no pueden avanzar o salir en sus automóviles cuando los mismos delincuentes se acercan a ellos fingiendo ayudarlos y es ahí cuando cometen el atraco y los despojan del dinero que llevan.
Los casos se acumlan y un nuevo caso, perpetrado por sujetos integrantes de una banda de “Ponchallantas”, se registró el pasado viernes en la Plaza Bonita en la Supermanzana 28 de esta ciudad.
Esto fue cuando personal de una empresa, (cuya razón social se omite por seguridad) acudió a la sucursal de HSBC ubicada en dicha plaza y al salir se dirigió a las instalaciones de trabajo para dejar los valores que había retirado y fue hasta cuando llegó, que se dio cuenta que uno de los neumáticos de su vehículo estaba desinflado.
Al revisar la llanta, encontró dos filosas y puntiagudas piezas de metal en forma de broca, las cuales fueron clavadas en el neumático para provocar que la llanta se bajara por completo.
El personal de la empresa tuvo la suerte de que el aire del neumático se escapara con mayor lentitud, solo así pudo llegar a su destino sin ser víctima de un asalto.
Ese es el “modus operandi” en la que opera esta peligrosa banda de asaltantes, bautizada, ya como los “Ponchallantas”.
La forma de operar es la siguiente:
Uno de los delincuentes, hombre o mujer, llega a las sucursales bancarias para realizar cualquier trámite y ahí observan qué personas retiran dinero en efectivo, dando aviso a sus cómplices, quienes se encuentran afuera de la sucursal bancaria.
Sus cómplices, se encargan de poner la pieza metálica en los neumáticos y esperan a que la víctima salga del banco, siguiéndola a corta distancia.
Posteriormente, se acercan a ellos como ciudadanos amables indicándoles que tienen un neumático ponchado.
La víctima se detiene para revisar el vehículo y los delincuentes incluso se acercan a ellos para ofrecerles su ayuda y es en ese momento de distracción, cuando otras personas se encargan de sacar del vehículo la bolsa o maletín donde llevan el dinero para darse a la fuga.
En lo que va de este año, se tiene ya registro de al menos tres atracos con este método, sin que hasta ahora haya habido alguna detención.
El año pasado fueron detenidas cuatro personas que formaban parte de esta banda en Playa del Carmen, hasta donde se extienden sus operaciones, pero los robos continúan registrándose.
Además del caso expuesto anteriormente, se encuentra otro en donde un diligencierio fue víctima de un atraco en el que lo despojaron de una importante suma de dinero, tan solo después de salir de la sucursal de Bancomer de la avenida Tulum.
El primer robo de este tipo se registró en los primeros días de este año, cuando dos personas fueron despojadas de 155 mil pesos que acababan de retirar de la sucursal de Banamex ubicada en Malecón Américas.
El robo se cometió a plena luz del día, cuando las víctimas salieron del banco con el dinero en un portafolio y abordaron su vehículo.
Al transitar por la avenida Tankah, una persona que viajaba a bordo de un vehículo Sentra color gris los alcanzó, y le comentó al conductor que una de las llantas de su unidad estaba ponchada, por lo que las víctimas decidieron detenerse en una gasolinera, mientras que el sujeto que les habían informado sobre el daño que presentaba su automóvil continuó su camino.
Mientras que ambos verificaban el neumático, se percataron que este tenía incrustada una púa de metal, la cual había originado que se saliera por completo el aire.
Seguidamente optaron por colocarle la refacción tardando aproximadamente 25 minutos y al abordar de nuevo el carro se percataron que ya no se encontraba el portafolio que habían dejado en el asiento trasero de la unidad.
Los casos son graves y se acumulan, pero además, se desconoce cuántas bandas que operan de esta forma se encuentran cometiendo este tipo de robos actualmente, sin freno. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)