Altavoz | #HastaLaMadreManía

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Un activista de redes sociales de Chetumal dudaba ayer cómo denominar al nutrido apoyo que obtuvo Carlos Joaquín González, al registrarse como candidato de la coalición ‘Quintana Roo UNE’ a la gubernatura.

No sabía qué término era el correcto, si ‘carlosmanía’ o ‘joaquinmanía’.

Carlos Joaquín es ya un fenómeno electoral, a pesar de que a lo largo de su desempeño público fue un funcionario más bien de bajo perfil y disciplinado, casi gris, y cuyo principal atributo se reducía a su primer apellido.

Sin embargo, poco a poco cobró notoriedad al ser el principal blanco de los exabruptos, las fobias y excesos del ya alicaído Roberto Borge.

Carlos Joaquín se convirtió, casi sin proponérselo, en el símbolo de todos los quintanarroenses que fueron víctimas de los abusos de ‘Beto’ Borge. Desde los posesionarios de terrenos costeros, que fueron despojados través de juicios laborales, hasta transeúntes que fueron asaltados por alguna de las corporaciones policiacas.

Y en Chetumal, donde Borge mostró el cobre e hincó el diente, con el despido masivo de burócratas y el desvío de las cuotas de los maestros, Carlos Joaquín fue arropado ayer por una multitud.

Solo faltaba quién encabezará la frustración y la rabia de los quintanarroenses que fueron víctimas de la crápula borgista.

E irónicamente, Borge les dio a los quintanarroenses un referente, al atacar, de forma sistemática y torpe, a Carlos Joaquín.

En realidad, ‘gracias’ a ‘Beto’ Borge, cambió el escenario para un PRI que parecía no tener rival en Quintana Roo. A punta de ‘cañonazos’, o con la Auditoría Superior del Estado como garrote, ‘Beto’ Borge mermó las opciones panistas, perredistas e incluso a las verdaderamente morenistas en Quintana Roo.

EL PRI estaba para ‘ganar caminando’ en Quintana Roo, pero ‘Beto’ Borge terminó generándole un adversario a su propio partido.

Roberto Borge llevó sus problemas más allá de la delimitación priista y propició la salida de Carlos Joaquin del PRI.

Pero lo más trágico para Borge fue que tampoco ganó su ‘delfín’ José Luis ‘Chanito’ Toledo Medina, sino Mauricio Góngora, el candidato de su mentor, Félix González Canto.

Pero, Félix González, en el pecado y la soberbia, llevó la penitencia.

Al imponer a Mauricio, el gobernador y ahora senador mandó un mensaje aún más aterrador que si el ungido hubiera sido ‘Chanito’.

El mensaje es que Félix pondría a otro arlequín para prorrogar por 18 años su estela de corrupción e impunidad.

Primero, Félix, luego, Borge, y ahora Mauricio. Resulta demasiado trágico.

La ‘dupla’ trazó su propia ruta de barbaridades en las que Carlos Joaquín es solo el depositario y beneficiario de sus abusos y exabruptos.

Más que propiciar la ‘carlosmanía’ o “joaquinmanía”, Félix y Borge son los creadores del “HastaLaMadremanía”.

Vista de los asistentes al registro de Carlos Joaquín. Sus simpatizantes presumieron que llegaron por su propio pie, sin acarreo.
Vista de los asistentes al registro de Carlos Joaquín. Sus simpatizantes presumieron que llegaron por su propio pie, sin acarreo.
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