PANORAMA POLÍTICO | Por Hugo Martoccia
“El verdadero modo de vengarse de un enemigo es no parecérsele”. Marco Aurelio
Una foto del senador Félix González Canto y del gobernador Carlos Joaquín González se llevó todas las miradas en la semana que pasó. Una foto privada, con ambos sonrientes y supuestamente tranquilos, que intranquilizó a las redes sociales. Primera conclusión: el pasado reciente aún duele mucho en la sociedad, y es un pecado político parecérsele.
En el entorno del gobernador aseguran que fue maniobra política del senador, hábil en los entuertos. Dicen que se trató de una invitación formal a la Casa de Gobierno a diversos funcionarios de todos los niveles, y que Félix González estuvo solo media hora. También, aseguran, buscó la fotografía con intención.
En las redes sociales la lectura fue otra. Cientos de personas atacaron sin piedad al gobernador, y le endilgaron un supuesto acuerdo de impunidad con el senador. Los nombres trascienden a ambos. Se trataría de un acuerdo entre el pasado denostado por la sociedad, y el futuro que esperan sea diferente.
Hay una secuencia de hechos que intranquilizó a todos. Desde la suspensión de los derechos políticos del ex gobernador Roberto Borge por parte del PRI, una cascada de malas noticias se abatió sobre el ex mandatario y algunos de sus principales funcionarios.
El lunes pasado, el gobierno estatal anunció siete nuevas denuncias contra ex funcionarios estatales, entre ellos, el actual secretario del Ayuntamiento de Benito Juárez, Mauricio Rodríguez Marrufo, y Eliezer Villlanueva, un hombre muy vinculado a Félix González.
Al día siguiente, empresarios denunciaron la venta irregular del CREA durante la pasada administración. Otra vez, nombres cercanos a Borge y Félix González están incluidos.
Un par de días después, el Congreso aprobó por unanimidad la llegada de un nuevo Fiscal General, para quien la principal exigencia ciudadana es investigar a fondo la pasada administración estatal.
Esta secuencia de hechos no parece casual.
En medio de esa continuidad apareció la fotografía de Félix y el gobernador. Las preguntas comenzaron a circular. ¿Es una señal de que hay un acuerdo para dejar solo Roberto Borge? ¿Es una señal de un acuerdo más amplio que también incluye a Borge? ¿O es simplemente una astuta jugada política del senador para generar estas dudas y confusiones?
Félix González es un hombre que cultiva los modales de la política hasta las últimas circunstancias. Durante años, el sistema político mexicano premió esas formas. El gobernador Carlos Joaquín viene de una escuela similar. Sin embargo, la realidad a veces exige algunos cambios.
Meses atrás, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, buscó una foto con el Papa Francisco. Las preocupaciones sociales del Sumo Pontífice (un activo político muy importaste en ese país) son muy distintas a las de la derecha que representa el presidente. Y se lo hizo saber.
La fotografía de ambos fue una señal en ese sentido. El gesto adusto de Francisco dijo mucho más que mil palabras.
Carlos Joaquín debe marcar distancia con el pasado. En ese contexto, nunca será inocente una fotografía como lo que ha circulado estos días. Como se sabe, en política la forma suele ser el reflejo exacto del fondo.
el ganón fu Félix. el sabe y presume que cuenta con impunidad por haber desviado millones a la campaña de peña. cosa que no hizo borge. si Carlos no pudo decirle que no. a tomarse una foto con este sujeto menos podrá proceder legalmente contra el.y es que Félix si no fuera político seria el líder de algún grupo criminal.pero tuvo la fortuna de que su padre le dio educación mas no principios
remontemonos a la época cuando fue mandado. a una escuela militar en estados unidos. en ese tiempo aevhacia para corregir un hijo homosexual. un hijo incontrolable.etc…cual creen que fue el morivo
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