La ruidosa porra mexicana debe ahora guardar silencio. Porque tenemos, como casi cada año, un representante mexicano en los Oscar: el cinefotógrafo Rodrigo Prieto, nominado por su trabajo en la cinta Silencio, de Martin Scorsese.
Prieto tiene una solidísima carrera en Hollywood. Ha trabajado con cineastas como Ang Lee, en Brokeback Mountain: secreto en la montaña; Ben Affleck en Argo, Alejandro González Iñárritu en Biutiful; Oliver Stone con Alejandro Magno o el propio Scorsese en El lobo de Wall Street y en la serie de HBO, Vinyl.
En México se cansó de recibir Ariel tras Ariel: por su fotografía para Sobrenatural, Amores Perros, Un embrujo y la ya mencionada Biutiful.
Este año será uno más en que la cinefotografía mexicana se lleve mención en los premios de la Academia de Hollywood. Emmanuel el Chivo Lubezki se lleva las palmas, pero el trabajo de Prieto también ha sido reconocido en varias ocasiones (basta ver la calidad de directores con los que ha trabajado).
Ya había alcanzado la nominación en el 2005 con Secreto en la montaña, una película de hermosas texturas y de gran sutileza visual. Como dato curioso, la cinta fue también su debut como actor, pues hace un pequeño papel, apenas una aparición sin crédito en una escena con Jake Gyllenhaal.
Sus propios colegas de la Asociación Americana de Cinefotógrafos reconocen su trabajo en Silencio: han nominado su trabajo como uno de los mejores del año.
Rodrigo Prieto nació en la Ciudad de México en 1965. Empezó su carrera muy joven, en 1988 con el cortometraje estoy triste. Su trayectoria continuó con cortometrajes hasta que debutó con los largos Dama de noche y El asesino del zodiaco. Dio el salto a Hollywood con la poco conocida Ricky 6. Después trabajó en Pecado original, vehículo erótico para Angelina Jolie. De ahí en adelante ha ligado proyecto tras proyecto en el cine internacional.
Sus posibilidades de llevarse el Óscar son altas. Aunque Silencio es una de las grandes ignoradas de este año, ha sido universalmente elogiada por su poderío visual. Para Prieto, los temas principales de la cinta, la fe y la resiliencia, son cercanos a su corazón. Por eso aceptó trabajar de nuevo con Scorsese, después del éxito de El lobo de Wall Street.
Los rivales son poderosos. Su competencia está con Linus Sandgren, el fotógrafo de la favorita La La Land y James Laxton, de Moonlight, cinta que ya está siendo llamada el “caballo negro”.
Venga, Rodrigo. Desde acá te echamos porras. (Fuente: El Economista)
