Por Hugo Martoccia
CANCÚN, MX.- El horizonte de probables desafíos o inconvenientes para el desarrollo económico del estado tiene un abanico de variantes internas, que está en nuestras manos solucionar, pero una externa impredecible, que es la apertura comercial de Cuba y el impacto en el turismo en el Caribe.
El gobierno del estado ya tiene un diagnóstico de esa situación, y lanzó una advertencia: si no se toman medidas, podría haber una “considerable disminución de visitantes” al estado, y “experimentar un declive en su situación económica”.
La advertencia forma parte del Plan Estatal de Desarrollo, presentado días atrás por el gobernador Carlos Joaquín González, pero con una particularidad: en varios apartados del mencionado plan se hace mención al tema, lo que marca la importancia que se le adjudica en el gobierno.
La visión del gobierno es que la falta de diversificación turística ha llevado a que Quintana Roo, y sobre todo la zona norte, sean vistos solo como destinos de sol y playa, “desaprovechando las riquezas naturales, culturales e históricas, que en suma representan una gran oportunidad para diversificar las líneas de productos turísticos”.
Por ello, considera que si no se cuenta “con planes, programas y proyectos que fortalezcan al sector en el mediano plazo, representará una considerable diminución de visitantes ante la apertura comercial de la isla de Cuba”.
Y agrega: “Quintana Roo, en el corto y mediano plazos, puede experimentar un declive en su situación económica, debido a la apertura comercial de Cuba con el mundo, y principalmente con Estados Unidos”.
“Esto dependerá de las políticas y decisiones que los gobiernos y los empresarios tomen. Se debe contextualizar que Cuba afronta un proceso de deuda incumplido desde 1986, por lo que es muy difícil que consiga una nueva línea de crédito; siendo su principal opción para el desarrollo económico la promoción de incentivos fiscales que le permitan atraer IED (inversión extranjera directa) y con ello incrementar la infraestructura turística, así como modernizar sus puertos y aeropuertos, con el propósito de acrecentar la llegada de vuelos internacionales y de cruceros. Con certeza estas acciones beneficiarán al turismo de la isla, atrayendo a cientos de miles de visitantes, principalmente norteamericanos”.
LOS NÚMEROS DE CUBA
La realidad que mira el gobierno es el imparable crecimiento turístico de la isla, que podría incluso potenciarse si logra una mayor apertura comercial al mundo.
Desde 2009 a 2016, la cantidad de turistas extranjeros a Cuba creció un 87.5 por ciento. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Informática de la isla, en 2009 ingresaron 2.4 millones de turistas, y la proyección para 2016, que aún no está publicada, es que ese número alcanzó las 4.5 millones de personas.
El dato que más llama la atención de todo esto es que ese crecimiento turístico viene de varios mercados pero no de Estados Unidos. El principal mercado es Canadá, con 1.2 millones de visitantes, mientras que Estados Unidos aporta menos de 100 mil.
O sea que el potencial de crecimiento de ese ultimo mercado si mejoran las condiciones es gigantesco. Y se trata del principal mercado proveedor de Quintana Roo, lo que podría hasta generar una “guerra” turística-comercial entre ambos destinos.
LA POSIBILIDAD DE UNA ALIANZA
Entre las opciones para enfrentar ese reto, no se descarta el de algún tipo de alianza turística con la isla.
“Quintana Roo se hallaría en el dilema de verse beneficiado o afectado por igual, dependiendo de las medidas que se tomen. No hay que olvidar que Cuba puede ser, o bien un competidor potencial o un aliado”, se lee en el PED.
“Como competidor potencial, los costos de los alimentos, hospedaje y vuelos hacia Cuba serían menores a los que actualmente se requieren para visitar algún centro turístico del estado. Sin embargo, la pronta apertura económica y turística que experimenta la isla, no le permite contar con un proyecto sustentable y viable para satisfacer las demandas del sector en el corto y mediano plazos; en contraste a los niveles con los que cuenta la entidad en la prestación de bienes y servicios”.
“En caso de que la isla sea un aliado, se podría generar valor en cada uno de los servicios que ofrece Quintana Roo y con los que Cuba no puede competir, como los parques, corredores turísticos y pueblos mágicos, hasta sus ruinas arqueológicas. Por lo cual sería necesario fortalecer las relaciones bilaterales con el país caribeño, mediante el establecimiento de convenios de colaboración entre los sectores gubernamentales y empresariales, los cuales permitan crear una exitosa estrategia de desarrollo turístico en favor de ambas economías”, propone.
Como se ve, las posibilidades son diversas, pero ya es hora de ponerse a trabajar sobre ellas. (Noticaribe)
