El panista Eduardo Martínez se consolidó este fin de semana como uno de los más políticos más importantes e influyentes del estado.
Casi, casi estaría disputando el sitio de “Número Dos” a personajes como el titular Sefiplan, Juan Vergara; el “superasesor sin cargo”, Juan de la Luz Enríquez o el jefe del Despacho, Miguel Ramón Martín Azueta.
Si bien en el PAN no hay ‘corrientes’ como en otros partidos, el grupo de Eduardo Martínez Arcila se llevó –dirían los priistas- “carro completo” en las elecciones de comités municipales, incluido Cozumel, en donde se esperaba un dura batalla entre el aspiraste afín del presidente de la Legislatura local y los candidatos de la alcaldesa Perla Tun.
No sobra decir que el PAN es el partido en el gobierno, con todo y que el Gobernador se mantiene sin etiquetas partidarias, además de que Acción Nacional fue el partido que tuvo más votos en 2016.
Con todo y que el PAN sería el partido en el Gobierno, se podría decir Eduardo Martínez no es el clásico presidente del Congreso del estado, sometido al Ejecutivo, como lo fueron Pedro Flota, José Luis Toledo o Luis González Flores, sólo por referir los casos más recientes.
Con el control casi absoluto del PAN estatal, Eduardo Martínez asume un rol más que protagónico en las definiciones de las ‘posiciones’ y
candidaturas de la muy posible alianza entre Acción Nacional y el PRD.
