CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El segundo banco más grande de México, Grupo Financiero Banorte, despidió alrededor de 500 empleados del recientemente adquirido Grupo Financiero Interacciones, lo que representa alrededor de la mitad de sus empleados, dijeron dos fuentes con conocimiento del asunto, publicó El Financiero.
Banorte cerró recientemente la adquisición por 26 mil 557 millones de pesos. El banco tiene planes de despedir 300 empleados más, comentó una de las personas con conocimiento del tema.
El 13 de julio, ambos bancos concretaron su fusión, casi nueve meses después de haberse firmado el convenio entre ambas entidades.
En ese momento, dieron a conocer que la estructura de Gobierno corporativo de Banorte no cambiaría, y que ninguna persona relacionada obtendrá representación adicional en el Consejo de Administración como resultado de la emisión de las acciones adicionales.
En una presentación sobre la adquisición, Banorte informó que planea cortar 65 por ciento de los costos de Interacciones, lo cual ayudará a ahorrar entre mil 500 millones y mil 600 millones de pesos cada año.
A principios de este mes, el exdirector general de Interacciones dijo que podría haber despidos, pero no dio ningún detalle sobre cuántos empleados serían afectados.
Gerardo Salazar, exdirector del banco; Ignacio Zubiría, exdirector general adjunto de capacitación institucional y corporativa, y Adolfo Herrera, exdirector de la casa de bolsa, fueron algunos de los despedidos, precisaron las fuentes.
Salazar, Zubiría y Herrera no respondieron a solicitudes de comentarios. Banorte declinó a hacer un comentario, agregando que están en temporada de reportes trimestrales.
Yiming Qian, profesora asociada de finanzas en la Universidad de Iowa, Estados Unidos, explicó que los despidos tras un proceso de adquisición son comunes, pero que la tasa normalmente se ubica entre 5 y 15 por ciento de la plantilla.
Si Banorte despide a 800 personas, como una de las fuentes adelantó, la tasa de despido llegaría al 80 por ciento. “80 por ciento es muy inusual,” afirmó Qian.
En México, los bancos que se especializan en dar préstamos a estados y municipios tuvieron que reconsiderar sus modelos de operación durante los últimos años cuando varios estados acumularon deudas enormes y surgieron casos de corrupción que involucran a sus gobernadores. (Fuente: El Financiero)