Rumbo al 2019 sería un error que el PRD en Quintana Roo confíe y se alíe nuevamente con Carlos Joaquín y su “Joaquinismo”, ese camino no ha dado resultados: crisis de gobernabilidad democrática, en seguridad vamos en retroceso. Si Jorge Aguilar repite el error del 2018 no hay futuro.
La tarea debería ser construir una agenda legislativa con la izquierda, las candidaturas comunes permiten promover a los mejores cuadros. Busquemos a 15 mujeres y hombres, dispuestos a asumir el reto en cada uno de los distritos locales, pongámonos a la altura que la sociedad exige: austeridad, resultados eficaces, y acabar con la corrupción.
La actual legislatura dio un gran paso en revertir algunas leyes de impunidad, pero no suficiente para asumir la expectativa democrática en la transparencia, el poder supremo en un solo hombre, la discrecionalidad presupuestal en las partidas, los cien millones de pesos que no han podido transparentar, la larga nómina de familiares y asesores, se esperaron hasta el otro año para desaparecer la gran comisión. Es decir, una alternancia de forma, pero no de fondo.
El PRD debe de asumir un rol más protagónico frente a las malas decisiones del Gobierno del Estado, como lo fue con Borge, con Felix, y Joaquin Hendricks, hoy el PRD se ha vuelto funcional para el poder y ha perdido sus batallas que se daban en el debate y en la razón.
Ante la mudeza, el silencio, la obediencia, llegó el 2018, Benito Juárez fue esta vez no la “joya de la corona” si no la “joya de la torpeza política” que el PRD y la mano del “Joaquinísmo” protagonizaron. Si la dirigencia nacional y algunas corrientes locales no aprendieron de la última experiencia, no hay futuro para el PRD.
PD. Tras el montaje de algunos perredistas del fin de semana con Carlos Joaquín: deseo que a los busca chambas les vaya bien, que a nosotros nos vaya mejor y encontremos los 15 mejores perfiles para la 15 diputaciones que la izquierda necesita.
