En la historia tuya y mía perdimos en ’68, y ganaron sus herederos
Otros perdieron la vida, un hijo, la hija en batalla contra el régimen
o contra la subversión
gesticuladores y prelados de las armas ultrajaban tu democracia.
El engaño, el desencanto me hirieron en ‘88, caí tanto, que descreí
de todo sueño, otros no: más que nunca creyeron en sus políticas
Quisieron dignificarse
pero Pedro Páramo no iba a soltar fácilmente la presa, su privilegio.
No dimos el paso al futuro en ‘94, se lo cedimos a los de siempre
Para ellos darle su lugar a indios y multitud significa garantizarles
su fosa vivos o muertos
Y el miedo como deseo de vivir volvió a ganar, volvimos a perder.
Mediocre nación mía, tuya, nuestra que en 2000 se puso en manos
de comerciantes, usureros, ingenieros, robots de buena escuela…
¿se trata de ser más gringos?
Parece que lo deseamos si sólo interesa su modo de vida y dinero.
Triste México desde 2006, en pleitos de presidentitos animosos
pero miserables con excusas de cualquier ralea, legal o ilegal
sus ñoños manoteos y causas
Volvimos a perder ahora entre militares, asesinos, la calle la guerra.
¿Dónde estamos hoy?
Yo no lo sé de cierto, pero supongo…
Entre nosotros no hay más miedo.
La Guadalupe SMA
junio 2018