Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX.- Como un rotundo fracaso, calificó el presidente de la Gran Comisión de diputados, Eduardo Martínez Arcila las políticas públicas implementadas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer en el estado.
Dijo que este fracaso se sustenta en datos fríos que se han presentado en las mesas de seguridad, en las que participan representantes de la ONU y observadores nacionales de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer (CONAVIM).
“Hay que ser honestos y sinceros en este tema y reconocer que, a pesar de los esfuerzos que ha hecho el gobierno y en particular las organizaciones civiles para erradicar la violencia contra la mujer, las políticas públicas han fracasado cuando se registran hechos que salen a la luz pública y se vuelven mediáticos”, dijo.
Afirmó que al implementarse programas como taxis seguros y espacios específicos para las mujeres en el transporte público, de manera intrínseca se reconoce que las políticas públicas han fracasado, “ya que se ha llegado al extremo de que una mujer no puede quedarse a solas frente a un desconocido sin el riesgo de ser agredida”.
Martínez Arcila consideró que el estado debe canalizar más recursos para intensificar los programas, “pues si bien considero que han sido un fracaso, no puede desatender el tema”. Afirmó que el estado debe ser cero tolerante cuando un servidor público es parte del círculo de violencia hacia la mujer, la fomenta o la permite y que en el caso de la agresión sufrida por Adisbel, “el policía que hizo mal su trabajo debe ser castigado, así como también aquel que alzó el teléfono para decirle al policía cómo debería actuar”.
Dijo que los medios de comunicación debaten sobre la responsabilidad de la policía estatal preventiva y la municipal, “pero no escucho una postura dura exhibiendo al hombre que había agredido a la mujer. Entonces se convierte en un problema político de autoridades donde el medio de comunicación tiene una mayor responsabilidad y tiene que exhibir al sujeto y a la autoridad que fue cómplice, pero no hay que olvidar que el problema lo inició la persona que agredió a una mujer, lo demás es un resultado de los malos protocolos que no se siguen”.
Enfatizó que no se vale que los medios de comunicación, en aras de vender, exhiban este tipo de casos. “Eso no es libertad de expresión porque así empiezan las justificaciones a las cosas malas”.
Afirmó que los medios de comunicación tienen que involucrarse en esa lucha para erradicar la violencia contra la mujer, “porque esos temas no pueden ser producto de complicidades entre autoridades, medios de comunicación y sociedad”.
Incluso consideró que la sociedad debe castigar moralmente a quien dañe a una mujer; “el peor castigo es el moral y que quien golpee a una mujer debe ser señalado para replegarlos a donde no puedan seguir golpeando a las mujeres”. (Noticaribe)