YUCATÁN, MX.- Una vez absuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de las acusaciones por su presunta coparticipación en el homicidio de su colega Felipe de Jesús Triay Peniche, el psiquiatra Enrique Lara González anunció que emprenderá acciones legales para que la Fiscalía General del estado (FGE) le resarza el daño que le causó con su encarcelamiento, publicó Proceso.
Medios locales informaron que el expresidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán reapareció en una conferencia de prensa a la que convocó para defender su inocencia en el dantesco homicidio perpetrado en agosto de 2014, y se declaró víctima del sistema que lo acusó injustamente.
Lara González fue enjuiciado junto con el también psiquiatra Pablo Santos García Gutiérrez como autores intelectual y material, respectivamente, del crimen de su colega.
Los restos de la víctima –conservados durante cinco días en congelación, en el departamento que habitaba García Gutiérrez– se hallaron en el interior de su propia camioneta, abandonada en el estacionamiento de un supermercado.
Al momento del crimen, Lara González fungía como presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán y García Gutiérrez como responsable del área de Psiquiatría de la clínica regional “T1” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El móvil, según la fiscalía, fue un millonario trato laboral que el occiso tenía con una farmacéutica y que uno de los imputados ambicionaba.
Durante el juicio, que inició el 1 de junio de 2016, la fiscalía pidió para ambos acusados la pena máxima de 40 años de prisión, así como el pago de 68 millones de pesos por concepto de indemnización a los deudos de la víctima.
El 16 de septiembre de 2016, el Tribunal Segundo de Juicio Oral declaró culpable a García Gutiérrez, a quien condenó a purgar 35 años de prisión y pagar a los deudos de Triay 35 millones 663 mil 426.20 pesos por concepto de indemnización a víctimas indirectas.
No obstante, por “una duda razonable” en las evidencias incriminatorias que la FGE presentó en el juicio, el Tribunal absolvió a Lara González y ordenó su inmediata liberación.
El 16 de diciembre de 2016, la Primera Sala Colegiada del Sistema de Justicia Penal Acusatorio del Tribunal Superior de Justicia del estado de Yucatán (TSJEY), erigida en Tribunal de Casación, abrió una nueva etapa en el juicio contra ambos psiquiatras, y el 19 del mismo mes determinó la corresponsabilidad de Lara González en el asesinato de Triay Peniche y revocó la sentencia absolutoria, por lo que el caso regresó al Tribunal Segundo de Juicio Oral para la individualización de la pena.
Lara González fue declarado formalmente prófugo el 28 de diciembre, fecha en que se giró la orden de reaprehensión, pues no se presentó a la audiencia de individualización de su pena. Desde entonces se suponía que era buscado hasta por la Interpol.
La búsqueda cesó en enero de 2018, cuando los magistrados del Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, Pablo Jesús Hernández Moreno, Luisa García Romero y Jorge Enrique Edén Wyner García, otorgaron a Lara González el amparo directo, “liso y llano”, por insuficiencia probatoria para incriminarlo.
Adujeron que las pruebas que presentó la fiscalía no alcanzaban a comprobar su participación en el homicidio, pues cuando se perpetró, el presunto autor intelectual estaba en un evento en Cozumel.
No obstante, el caso llegó hasta la SCJN, donde la semana pasada el psiquiatra fue absuelto.
El médico reapareció ayer ante los medios de información en el despacho de la abogada Patricia Castro González, quien explicó que Lara fue absuelto por “duda razonable” e “insuficiencia probatoria” porque la FGE no pudo probar su acusación.
Por su parte, Lara González insistió en su inocencia y exigió que se limpie su nombre y se le resarza por el daño que se le causó.
“Ahora puedo retomar mi vida, mis actividades laborales, mis actividades cotidianas, soy especialista en psiquiatría, he llevado una vida recta de trabajo, fui víctima del sistema que, como les digo, fue una situación injusta”, sostuvo.
Y reprochó: “Aquí hubo más víctimas de lo esperado, porque me alejé de mi familia, me quedé sin trabajo y otra serie de perjuicios ocasionados por esta acusación injusta”, por ello demandó que su nombre “quede fuera de toda duda”.
Declinó responsabilizar a alguien en particular de su encarcelamiento y comentó que “fue un desafortunado error”, aunque posteriormente agregó que “desde un principio estuvo viciada de origen la investigación” y lo detuvieron ilegalmente”.
“Hubo situaciones fuera de lo cotidiano, hubo una serie de errores, me tocó a mí, pero los hechos hablan por sí solos. Lo que quiero es que se aclare que soy inocente, que no tuve nada que ver con este caso. Fueron cuatro años de sufrimiento, de tortura, por algo en el que no tuve nada que ver”, dijo el psiquiatra. (Fuente: Proceso)