YUCATÁN, MX.- La reciente detención de presuntos sicarios provenientes de Quintana Roo encendió las alertas en Yucatán, y es que se presume que los esbirros serían reclutadores del crimen organizado, publicó Diario de Yucatán.
Ayer fue detenido el último de los siete sujetos que se enfrentaron a tiros con elementos policacos en Motul; en donde resultó lesionado un agente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La intensa búsqueda de los secuaces, cuatro originarios de Cancún, uno de Tabasco y dos de Motul, duró alrededor de 53 horas y requirió la participación de más de 300 elementos, así como equipos de rastreo aéreo y terrestre.
Finalmente, los sujetos fueron detenidos y los dos locales identificados como Alberto Javier Pech Chacón, “El Chuki”, y José Concepción Ku Balam, “El burro”.
Fue de esta manera como trascendió que la banda llegó a Yucatán, especificamente a Motul, para tratar de enrolar a otros en células delictivas.
En tres meses se convierten en sicarios
De acuerdo con los expertos en seguridad, en tres meses el crimen organizado es capaz de reclutar a una persona y sumarla a su nómina de sicarios. Según el estudio, los cabecillas de las agrupaciones criminales enfocan su estrategia de reclutamiento a cinco grupos: lavacoches, taxistas, desempleados, vendedores ambulantes y adictos a la droga.
Para llegar a ser sicarios o esbirros de confianza, los “enganchados” deben pasar por dos peldaños jerárquicos, según la pirámide de evolución criminal definida por la Policía Federal. Primero ser informantes, popularmente conocidos como “halcones“; después, reclutadores; y posteriormente, matones a sueldo.
“De acuerdo al estudio que hemos realizado, hay casos donde el proceso de conversión se completa en tres meses. Lo hemos corroborado, de manera especial, en la península de Yucatán y en las zonas costeras del Océano Pacífico; en Sinaloa es recurrente”, afirmó en 2009 Facundo Rosas Rosas, entonces comisionado general de la Policía Federal.
El tiempo del “ascenso” de cada reclutado depende de las capacidades y habilidades, y la sangre fría que demuestre el sujeto para torturar y matar. (Fuente: Diario de Yucatán)