Teniendo en sus manos la mascarilla mortuoria del Benemérito de las Américas, fue como el escultor Ricardo Ponzanelli se dio a la tarea de crear el rostro y cuerpo de la estatua de Benito Juárez que fue inaugurada en esta frontera el pasado 21 de marzo.
En entrevista para El Mexicano, Ponzanelli nos detalla la travesía que tuvo que pasar la enorme figura antes de llegar a Juárez, debido a que su creación data del año 2011.
Al iniciar el relato, comentó que fue el gobierno de Benito Juárez Cancún, durante la administración de Gregorio cuando se le solicitó realizar la escultura que adornaría el Municipio.
Señaló que fue una empresa la encargada de gestionar para que se hiciera dicha pieza de arte, en conjunto con otras 22 donde destacaban personajes de la Independencia de México, así como de la Revolución Mexicana.
“Al entregarles la estatua, para ese entonces Gregorio dejó la alcaldía para buscar la gubernatura, sin embargo, lo acusaron de varias cosas que perjudicó su proyecto político y al ver que no quedó en el cargo, llegue a un acuerdo con la empresa para que ellos se quedaran con varias piezas y a mi me regresaron a Juárez, un Andrés Quintana Roo y una Leona Vicario.
Éstos dos últimos, logre venderlos en Playa del Carmen donde fueron instalados por su Gobierno y a Benito me lo pidieron en el Gobierno del municipio de Naucalpan”, dijo.
El escultor, prosiguió y resaltó que logró entregar la estatua y así se colocará ahí por un tiempo, no obstante, la administración municipal que se la solicitó no cumplió con el pago de la obra y tras un acuerdo con las nuevas autoridades en el año 2017, le fue entregada la estatua nuevamente, al comprobarse que no le habían pagado nada por ella.
Fue hasta el año pasado, en una visita que hizo a Chihuahua, que decidió visitar al alcalde Armando Cabada a quien le hizo la propuesta de instalar la estatua aquí.
“Fui a su oficina y no me recibió hasta el día siguiente, le dije de la estatua, le mostré fotos y le platique sobre el detalle del rostro, por lo cuál le llamó la atención y me dijo que revisaría y me hablaría después.
Luego, pues me comenta que acepta adquirir la escultura, la traemos y queda instalada; jamás quise lucrar con ella, ya que solo quería fuera colocada en un lugar digno y ese lugar fue Juárez”, argumentó.
Respecto a la creación, detallo que tras tener la mascarilla que le sacaron a Benito Juárez el día de su muerte, fue como pudo esculpir el rostro y la cabeza, al tener una replica exacta.
Asimismo, aseveró que al Municipio de Juárez le costó 1.5 millones de pesos, siendo el costo por el trabajo nada más.
La estatua tiene una altura de 6.2 metros con un peso de 1.8 toneladas, y fue instalada en la avenida Lincoln a un costado de la Megabandera con la mirada fija al norte.
(Fuente: El Mexicano | FOTOS: Olga Casas)