Con frecuencia, Mara Lezama hace recordar a Paul Carrillo.
Y es que el insufrible ex alcalde oponía poca o ninguna resistencia al entonces gobernador Roberto Borge. Pero, podría justificarse, pues ambos eran priistas y una de las máximas de la ex aplanadora es o era la disciplina.
La presidenta municipal de Morena no tuvo ningún inconveniente con el proyecto original de remodelación de ‘El Crucero’, que, por cierto, muchos comparan con aquella reconstrucción de la avenida Tulum (entre ‘El Ceviche’ y ‘La Lavadora’), que entre 2013 y 2014 realizó Roberto Borge y en la que se invirtieron 50 millones de pesos.
Pero, ciudadanos organizados intervinieron directamente para evitar que la Secretaría de Obras Públicas (SEOP) lleve a cabo su depredador proyecto que incluía talar árboles y demoler el emblemático quiosco central, considerado como patrimonio cultural de la ciudad.
La alcaldesa Mara Lezama optó por disciplinarse y darle manga ancha a la SEOP.
Y hoy, los efectos colaterales del proyecto de remodelación de ‘El Crucero’ han sido terribles para miles de cancunenses y hoy no le queda otra que entrarle a los ‘bomberazos’.
