PLAYA DEL CARMEN, MX.- María del Socorro Gómez encontró en 1968, un camino de sascab por donde transitaban manadas de cerdos y unos cuantos pescadores. A unas semanas, regresó a su natal Valladolid por una imagen de medio metro de la Virgen del Carmen, con la intención de que Playa del Carmen tuviera por fin a su patrona. Este fue el inicio de la feria del mismo nombre.
Así lo cuenta el cronista de la Ciudad, Raymundo Tineo Celaya, afincado desde 1984 en esta lugar. “Ella vino aquí porque cuando pegó el huracán Beulah en 1968, trasladaron a parte de la población a Valladolid y ahí tuvo conocimiento de este sitio, por lo que se decidió a venir a conocerlo. Con el tiempo instaló el primer restaurante junto a la terminal de autobuses en la ahora Quinta Avenida”, explicó.
Las primeras fiestas dedicadas a la virgen eran en cualquier lugar, agrega, en la playa, en el hoy parque Fundadores o en la casa de algún pescador. “Corría mucho alcohol, había vaquerías, y antes de ello, rezaban el rosario todas las tardes”, comenta.
El cronista relata que las fiestas eran un tanto íntimas, en las que se cantaba y bailaba durante una semana. La organización era un tanto espontánea y estaba a cargo del pequeño pueblo, hasta que en 1987, la autoridad tomó el control.
En esos tiempos, si una persona se enfermaba debía de ir a Cozumel, porque aquí no había servicio médico. “Los pobladores venían principalmente de Veracruz, específicamente de Tuxpan, quienes les enseñaron a los mayas a hacer la faena del chicle. Se quedaban aquí seis meses y luego se regresaban”, detalló.
Sin embargo, con tanto trajín, un buen día decidieron quedarse y construyeron sus palapas y viviendas. Ellos, añade, fueron los que hicieron de alguna manera crecer a la Feria del Carmen. (Noticaribe)