Promueve restaurante gastronomía con langostas capturadas con parámetros sustentables en Playa del Carmen

0
46

Por Javier Chumacero

PLAYA DEL CARMEN, MX.- Tener ideales a veces resulta más productivo para el vendedor y más barato al cliente. La langosta del proyecto Slow Fish es menos costosa en la mesa del comensal, que la langosta comprada sin factura y quizá capturada en época de veda.

Xavier Pérez es chef de un restaurante cercano a la Quinta Avenida y lo tiene claro. “No compro a personas que me traen el producto un día, y pueden pasar semanas sin que lo vuelva a ver. Debemos cuidar la pesca sustentable para beneficio de todos”, declara.

En su negocio los platillos con el crustáceo cuestan 260 y 425 pesos. Y eso es porque tiene un proveedor que le asegura que la pescó con los criterios de este proyecto, es decir, tiene la medida adecuada, fue atrapada en los refugios o casitas colocadas en el fondo del mar y no tenía crías.

El slow food (es el concepto que dio a luz el slow fish), interviene Kim Ley de la asociación Razo Natura, nació en Italia hace poco más de dos décadas, como una contra propuesta al fast food. “Que la comida tenga identidad y valor, con un cuidado al medio ambiente es importante”, añade.

Lo que hacemos aquí con la langosta y espero se sumen más personas, acota Pérez, ya lo están haciendo con la lobina en el Pacífico y con el pulpo en Progreso, Yucatán.

Y para muestra prepara un aguachile con la cola de langosta y unos tacos de papa. Muestra el código QR que permite saber el nombre del pescador a la cooperativa a la que pertenece, así como la fecha y el lugar en el que fue capturada. “Aquí todos salimos ganando. Del otro modo, le das a ganar a una sola persona”, señala. (Noticaribe)

Comentarios en Facebook