La 4T en Yucatán cada vez es más azul: cambios en el RAN yucateco | Por Gilberto Avilez Tax

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Ayer nos enteramos que Pablo Duarte Sánchez, de la izquierda unorquista en Yucatán, al fin fue defenestrado del cargo en el RAN Yucatán, del cual nunca le dieron su nombramiento como titular. Morena en Yucatán está, como en muchos estados, secuestrado por una “dirigencia” originaria no de ese estado ultra regionalista, sino de otros estados, predominantemente del centro del país desde tiempos de Katia Meave, hoy delegada de la 4T en Campeche, que hizo nada por hacer crecer ese partido en los pueblos yucatecos, y que, avalada por el tlatoani de la Chontalpa, hacía y deshacía a su antojo en ese partido de pocas figuras políticas de relieve y peso político.

Debido a esa carencia política de origen, esa dirigencia “extranjera” –por más que su presidente estatal sea un mediocre historiador meridano- ha pactado desde 2018 con los panistas que no tuvieron cabida dentro de su partido, han buscado querencias con el cacique de Valladolid, Liborio Vidal, y ahora, de la mano del ex priista ex panista de San Felipe, Huacho Díaz Mena, se presentan como los adalides de la izquierda yucateca. Pero a los verdaderos hombres de izquierda, como el escritor y luchador social Jesús Solís Alpuche, como a Pablo Duarte, entre otros, la 4T panista en Yucatán, avalada tácita y hasta explícitamente por la 4T nacional, los ha tratado de una forma por lo demás déspota, con malas maneras, poco profesionalismo y hasta ninguneándolos. Los que cuentan, para la 4T local, son los “prohombres” de izquierda salidos de una tómbola como Rogerio Castro, entre otras eminencias grises.

A Duarte, los malos tratos hacia su posicionamiento dentro del organigrama federal en Yucatán, comenzaron primero en su representación de un suspiro de pocos días como titular del INPI en Yucatán, y ahora, después de un año de trabajo bajo circunstancias adversas y lleno de carencias, por una cuestión “administrativa” (se alega que no cuenta con un título de licenciatura), lo remueven del cargo en el RAN (entiendo que los cargos no son vitalicios, salvo si eres director de un centro coordinador en el INPI, o bien, si eres parte de la camada panista o priista en Yucatán).

Tal vez esta nueva defenestración responda a que Pablo Duarte no se prestó a los designios de los nuevos acaparadores de tierras en Yucatán –la mafia agraria, muy conocida en Quintana Roo- para darle las facilidades necesarias frente a todo el avorazamiento capitalista que está viniendo con el Tren Maya.

Mi solidaridad con Pablo Duarte Sánchez, mi solidaridad con la izquierda yucatanense que no está, desde luego, representada en la 4T actual en Yucatán. Total, los viejos (Huacho) y nuevos conservadores de la tómbola (Rogerio Castro) ya hasta cantan a capela, agarraditos de las manos.

La izquierda yucatanense, otra vez se escurrió en el juego prostituto del cálculo egoísta. Ojalá y no sea tarde y que, cuando despertemos, una vez salido del poder el caudillo de la Chontalpa, tengamos a un Bolsonaro mexicano que profundice la etapa neoliberal en México. Desde ahora se construye con tabiques del viejo régimen el camino para un Bolsonaro mexicano.

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