Que la Contraloría se ponga las pilas y que mire lo que está ocurriendo en Solidaridad.
Que la Auditoría Superior del Estado revise las cuentas públicas de Laura Beristain antes de que sea demasiado tarde para frenar el atraco.
Que no hay pruebas sólidas, pero que Juan Carlos Beristaín es como el ‘hermano incómodo’ de Laura, pero peor.
Que Juan Carlos no pide a las empresas sargaceras el 10 por ciento por contrato como Raúl Salinas, ¡sino el 30%!
Que además Laura también tiene otra hermana, y que también es incómoda.
Que todo lo ven como negocio.
Que todo queda en familia.
Que Solidaridad no merece ser botín.
Palabras más, palabras menos, esto es lo que dice el regidor Orlando Muñoz, quien con otros regidores, que aún no son mayoría en el Cabildo, presentaron un escrito para exigir los expedientes y toda la información de los opacos contratos que Laura Beristain autorizó para la remodelación del parque Fundadores y la Quina Avenida.
Pero que también a los regidores les niegan la información, incluso si la solicitan por transparencia.
Que algo se tiene que hacer, pero nadie hace nada y solos no pueden.
¿Será?
Tiempo al tiempo.
