Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX. – La permanencia en el Hospital General para ser tratado por un supuesto cuadro de apendicitis pudiera ser la causa de que un interno del Centro de Reinsercion Social (Cereso) diera positivo a la prueba de COVID-19 y que lo mantiene aislado, así como a otros dos que tuvieron contacto con el enfermo.
De acuerdo con datos de la Subsecretaria de Ejecución de Penas y Medidas Penitenciarias, cuatro personas privadas de su libertad han dado positivo al COVID-19. Estos casos se localizan uno cada uno en las cárceles de Playa del Carmen, Cancún, Cozumel y Chetumal.
En el caso del interno del Cereso de Chetumal que dio positivo al COVID, de acuerdo con las primeras investigaciones entre familiares y el operador de un taxi, J. A. G. S, de 29 años de edad, fue trasladado de urgencia hace dos semanas al Hospital General de Chetumal ante un posible cuadro de apendicitis.
Tras permanecer varios días bajo observación y ser descartado el padecimiento se le regresó al Cereso donde comenzó a presentar síntomas días después.
Tras ser valorado, autoridades carcelarias determinaron ponerlo en aislamiento junto a dos internos que tuvieron contacto con el enfermo como medida de prevención ya que aún no tienen el resultado de las pruebas realizadas.
El contagio en el hospital es la presunción toda vez que desde el 21 de marzo se suspendieron las visitas al Cereso de Chetumal y se dispusieron los protocolos y filtros sanitarios entre el personal para evitar personas enfermas por COVID.
Incluso, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) solicitó un informe a las autoridades penitenciarias sobre el estado de salud en la que se encuentran los internos para prevenir más casos de COVID y garantizar el acceso a los servicios médicos de la población carcelaria. (Noticaribe)
