La salida de prisión de Mauricio Góngora, ex alcalde de Solidaridad y derrotado candidato priista a la gubernatura de Quintana Roo en 2016, deja al gobierno de Carlos Joaquín con pocos logros en su cruzada contra los excesos y la corrupción durante la administración de Roberto Borge.
Casi todos los ex funcionarios implicados en supuestos actos de corrupción en el anterior gobierno, que en su momento fueron detenidos con grandes golpes mediáticos, hoy ya están libres de culpas o bajo el benigno esquema de la libertad condicionada, es decir, siguen su proceso desde la comodidad de su casa como es el caso del propio Góngora Escalante.
Detenidos y liberados están ex funcionarios como Mauricio Rodríguez Marrufo y Paulina García Achach, ex titular y ex subsecretaria de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), respectivamente.
Además de Gabriel Mendicuti, ex secretario de Gobierno; Carlos Acosta Gutiérrez, ex operador de la empresa de los vuelos de Borge VIP-SAESA; Víctor Hugo Loyola, ex procurador fiscal de la Seduvi, así como Erce Barrón Barrera, ex titular de la Administración Portuaria Integral y Claudia Romanillos, ex directora del Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública de Quintana Roo, desde donde se hicieron todos los enjuagues para la venta irregular de terrenos patrimonio del Estado.
También aplica para Paula González Cetina, ex directora de CAPA, quien fue detenida y encontrada culpable por peculado por el caso de la ampliación de la concesión de agua potable a la empresa Aguakan, pero hoy también está libre sin que el dinero de ese acuerdo apareciera.
Otros funcionarios menores detenidos fueron Ana Alicia Rivera Galera, de Recursos Financieros de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado que tuvo que enterarse de los asuntos de esa dependencia y hoy ya la libró.
Se dirá que en varios casos se logró que los ex funcionarios devolvieran parte del dinero que habrían desfalcado a la administración pública como el caso de Mauricio Rodríguez Marrufo o Paulina Achac o Claudia Romanillos o Paula González Cetina, pero la realidad es que esto no queda grabado en el imaginario popular y las cuentas parecen flacas.
Por ‘suerte’, Roberto Borge —el Gobernador de los excesos que representaba a la nueva generación priista, según Peña Nieto—, aún sigue en prisión, aunque aún sin ser sentenciado por ninguno de los presuntos delitos que se le imputan.
De no ser así, el fracaso del gobierno joaquinista sería total en su estrategia de ajustar cuentas con el pasado, pero en estos tiempos no se puede cantar victoria porque cualquier cosa puede pasar.
Y esto sin contar con que peces gordos de la cacareada corrupción en la anterior administración como Juan Pablo Guillermo, ex secretario de Finanzas de Borge, o Eliezer Villanueva, también ex funcionario de la Sefiplan ligado a Félix González que sabía demasiado, nunca han sido alcanzados por el brazo de la justicia.
Mauricio Góngora, mediante un amparo, convenció a un juez de que no era necesario seguir en la cárcel porque no existe riesgo de fuga, a pesar de que cuando fue detenido en 2018 en la Ciudad de México prácticamente andaba ya escondido.
Hoy ya está en su casa y mientras se resuelve el fondo de los expedientes en su contra, al parecer nada le impedirá retomar su vida y sus negocios.
Por ahí se le verá vendiendo Piñatas por el rumbo de la Constituyentes.
Y ya solo faltan dos años para que termine el gobierno joaquinista.