El ‘Señor de los túneles’, al servicio del Chapo, recibe trato indulgente de la justicia norteamericana…

0
125

ESTADOS UNIDOS.- José Sánchez Villalobos, arquitecto de narcotúneles transfronterizos para Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, fue sentenciado a 10 años de cárcel en la Corte del Distrito Sur de California, publicó infobae.com.

Conocido como el Señor de los túneles, este sujeto fue extraditado de México a Estados Unidos en enero de 2020, después de pasar ocho años tras las rejas.

José Sánchez Villalobos.

Luego de declararse culpable en diciembre pasado, Sánchez Villalobos solo esperaba sentencia, la cual fue mínima por cargos de distribución de drogas.

Aceptó haber planeado, financiado y supervisado la construcción de varios túneles entre la frontera estadounidense y mexicana, tanto en Mexicali como en Tijuana, Baja California, para traficar narcóticos.

“Prometo que no volveré a hacer nada ilegal, porque la forma fácil de conseguir dinero suele ser la mala forma de conseguirlo”, dijo Sánchez Villalobos en español al pedir disculpas ante el Tribunal, según consignaron medios locales.

Ya pagó nueve años y medio con el tiempo que estuvo encerrado en una prisión mexicana y otra de San Diego, California, por lo cual saldría libre a finales de este 2021 o principios de 2022.

Sánchez Villalobos fue responsable de construir los famosos narcotúneles del cártel de Sinaloa, considerados de los más sofisticados al tener geolocalizadores (GPS) de operación manual y control remoto.

Sus alias eran: Quirino, Quinino, Quiri, Garañón, el Gato, Primo, el Viejo y Greñudo. Con esos apodos dificultó que las autoridades norteamericanas pudieran identificarlo.

Los pasadizos que construía se caracterizaban por comenzar en casas o bodegas con patios de gran extensión a fin de poder apilar la tierra removida en el propio terreno. Para las obras se usaban perforadoras móviles suecas de gran calado con un precio de un millón de dólares. Además, empleaba aves para medir los niveles de oxigenación de las construcciones.

El diseño consideraba una profundidad de más de 10 metros para evitar ruidos al exterior y el apuntalamiento de las paredes, además de contar con sistemas de iluminación y ventilación. En la boca de los túneles realizaba un marco de apuntalamiento de madera que servía para el trazo de rieles a fin de guiar correctamente la máquina perforadora.

La relevancia de estas obras de ingeniería debajo de la tierra en las operaciones del cártel de Sinaloa fue de vital importancia para el desarrollo de la organización criminal, pues en menos de una semana lograba trasladar la droga, lo cual le valió el apodo del Rápido al entonces líder de la organización, el Chapo Guzmán. (Fuente: infobae.com)

Comentarios en Facebook