CIUDAD DE MÉXICO.- Poco antes de la medianoche de ayer martes, Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla conocido como “El Gober Precioso”, fue liberado de la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, ubicada en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Este evento se dio cuatro días después de que Angélica del Carmen Ortuño Suárez, Jueza Tercera de Distrito en Quintana Roo, ordenara cambiar la medida cautelar de Marín a prisión domiciliaria, permitiéndole continuar su proceso legal desde su casa en Puebla. Marín está acusado de presunto delito de tortura y de proteger redes de trata infantil.
La salida de Marín se produjo bajo una intensa lluvia en la zona de la cárcel. A las 10:34 horas, la Guardia Nacional implementó un operativo en la garita del penal, compuesto por una unidad cerrada con la insignia de la corporación, una ambulancia y una patrulla. Una vez que las autoridades penitenciarias entregaron a Marín a la Guardia Nacional, el convoy partió hacia Puebla, donde continuará el proceso judicial iniciado por la periodista Lydia Cacho, quien lo acusa.
Como parte de las condiciones impuestas, Marín deberá portar un brazalete electrónico, no podrá obtener visa ni pasaporte, y se ha emitido una alerta migratoria para prevenir su fuga.
Lydia Cacho, autora del libro *Los Demonios del Edén*, que originó el proceso legal contra Marín, expresó su temor por su seguridad tras la liberación del exgobernador. Durante la audiencia del pasado sábado, la jueza determinó que los delitos imputados a Marín no justifican la prisión preventiva, motivo por el cual ordenó su confinamiento domiciliario. Cacho responsabilizó públicamente a la jueza Ortuño Suárez por cualquier daño que pudiera sufrir ella, su equipo legal o su familia, manifestando que Marín sigue siendo una amenaza.
Cabe recordar que Lydia Cacho acusó a Marín, junto con Jean Succar Kuri y Kamel Nacif, de estar involucrados en una red de pedofilia, lo que desencadenó su secuestro y tortura. Marín fue detenido el 3 de febrero de 2021 en Acapulco, Guerrero, por la Fiscalía General de la República y trasladado inicialmente a Cancún, Quintana Roo, antes de ser enviado a la prisión de alta seguridad de El Altiplano. (Fuente: El Financiero)
