CULIACÁN, MX.- Mientras el gobernador Rubén Rocha Moya rendía su informe en el Congreso de Sinaloa protegido bajo un fuerte operativo militar y de la Guardia Nacional, un enfrentamiento en la colonia Alturas del Sur paralizó momentáneamente Culiacán, reflejando la violencia que sigue azotando al estado. En 80 días de enfrentamientos entre facciones del crimen organizado, Sinaloa acumula 503 homicidios, situación que el mandatario prometió atender como su principal compromiso.
“Hoy, el mayor compromiso es restituir la paz que los sinaloenses hemos perdido y que legítimamente merecemos”, afirmó Rocha, en un evento blindado por tres anillos de seguridad con efectivos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
Reconciliación con antiguos rivales
El informe también estuvo marcado por la reconciliación del gobernador con sus antiguos adversarios políticos. Rocha reconoció a la familia de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exlíder político asesinado, y ofreció condolencias a su viuda, Angélica Díaz, y su hijo, Héctor Cuén Díaz, investigado por corrupción en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Asimismo, celebró el regreso al cargo de Jesús Madueña Molina como rector de la UAS, tras la eliminación de medidas cautelares que lo destituyeron. Madueña agradeció el apoyo del gobernador y anunció elecciones internas en la universidad, marcando el fin de un enfrentamiento que había paralizado protestas universitarias el año pasado.
Críticas por violencia y pérdidas económicas
A pesar de los gestos de unidad, el gobernador enfrenta críticas por la escalada de violencia y sus efectos en la economía. La presidenta de Coparmex Sinaloa, Martha Reyes, advirtió que la inseguridad ha generado pérdidas estimadas en 18 mil millones de pesos y 25 mil empleos, afectando principalmente a pequeñas y medianas empresas.
Aunque Rocha presumió un crecimiento económico del 3.9% en el primer semestre del año y la reducción del desempleo al 2.4%, no abordó los impactos negativos del segundo semestre, coincidentes con la crisis de seguridad.
Contrastes en Sinaloa
Mientras el gobernador rendía cuentas en un Congreso protegido por estrictas medidas de seguridad, con operativos anti drones y unidades caninas, la violencia continuaba afuera. Los enfrentamientos en Culiacán, atribuidos a la disputa entre los Chapitos y la Mayiza, mostraron que la promesa de paz sigue siendo un reto pendiente en Sinaloa. (Con información de Proceso)
