Ven en amenazas intentos para reubicar la Plaza 21

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CANCÚN, MX.- Poderosos intereses se esconden detrás de las llamadas telefónicas que en los últimos días, a través de un personaje anónimo, han amenazado con activar poderosas y sofisticadas bombas supuestamente instaladas en la zona de tolerancia Plaza 21.

Prolifera prostitución en antros de Cancún por corrupción

CANCÚN, MX.- La indiferencia de las autoridades municipales para controlar la prostitución y el crecimiento de la marcha urbana dentro del municipio, han propiciado que hoy en día la zona de tolerancia del principal destino turístico de México haya quedado obsoleta y disfuncional.
De acuerdo con el administrador de Plaza 21, Raúl Poveda, hoy en día la zona de tolerancia prácticamente no sirve, pues en la ciudad existen 300 centros nocturnos que muestran espectáculos para adultos ante la complacencia de las autoridades municipales.
“No hay un control de la prostitución y eso afecta a la zona de tolerancia”, indicó Raúl Poveda. “Y ahora es un hecho que la mancha urbana ha alcanzado a la zona porque no se le ha dado la función que debiera tener en los últimos 8 años”.
Raúl Poveda afirmó que en la actualidad son más de 300 los bares y centros de masaje que en realidad ofrecen prostitución, pero disfrazada. Esos lugares son atendidos por menores de edad, manifestó.
También recordó que hasta la administración de Rafael Lara Lara el sexoservicio se había mantenido fuera de la ciudad. Incluso, su antecesor Carlos Cardín Pérez inició la participación del gobierno municipal en el fideicomiso que se formó durante su gestión, donde se dejaron en claro los derechos y obligaciones de los prestadores de ese servicio.
Cabe recordar que en este punto fue en el último año de la administración de Magaly Achach Solís cuando empezó el negocio, con la instalación de los primeros 80 prostíbulos, con Juan Ignacio García Zalvidea la cifra se incrementó a 300 y en lo que va de esta administración superan los 500.
Asimismo, de los cuatro prostíbulos de la Supermanzana 63 que fueron reubicados a un área especial de la zona de tolerancia Plaza 21, sólo queda uno en el lugar permitido, mientras que proliferan las casas de citas en zonas no apropiadas.
De acuerdo con Raúl Poveda, la razón para que todos estos lugares operen sin ningún problema es la corrupción, pues entra extorsiones y permisos extraoficiales para los prostíbulos.
Sobre el funcionamiento de la zona de tolerancia, el administrador del lugar sostuvo que la operatividad de la prostitución a Plaza 21 tenía varias razones, como son mantener un control sanitario sobre las sexoservidoras, no permitir la participación de menores de edad, y evitar que esos negocios no familiares proliferen en el centro de la ciudad o zona hotelera.
Sin embargo, la operatividad y el funcionamiento han quedado de lado. Conforme han transcurrido los años y han pasado administraciones municipales, la prostitución ha regresado a la ciudad.
“La prostitución ya regresó a la ciudad y nadie lo ha evitado. En bares y centros nocturnos se da la prostitución por medio del sistema de fichar y eso las autoridades lo permiten”.
“Hay una tolerancia tal que Plaza 21 ha quedado en situación desfavorable, pues sólo trabaja al 40 por ciento de su capacidad y no ha cumplido con el objetivo por el cual fue creada”.
Se suponía que con la creación de la zona de tolerancia se controlaría la prostitución y se mantendría en un lugar específico esta actividad considerada como ilícita. En el papel, todo debió de funcionar. Empero, esto último no ha ocurrido, puesto que las autoridades han permitido una vez más que el trabajo más “antiguo” del mundo volviera a la ciudad de Cancún.
La corrupción y el crecimiento de la marcha urbana, presiones
Pero la tolerancia a la prostitución en la ciudad no es el único problema que enfrenta ahora Plaza 21. Desde el 2007 se inició un proceso dentro del gobierno municipal para liberar permisos de construcción y con ello edificar nuevos conjuntos residenciales ya en las afueras de la ciudad.
Fue en la administración de Francisco Alor Quezada cuando las inmobiliarias y constructoras de casa hicieron su agosto. Por medio del ex director de Desarrollo Urbano, Heyden Cebada, ese gobierno liberó permisos para edificar nuevos residenciales y con ello la mancha urbana creció significativamente. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Así de sencillo se resume lo que consideran el inicio de una campaña de desprestigio que tiene como único fin la reubicación de ese centro de diversión para adultos, luego de que la mancha urbana la absorbió y hoy ya se ubica rodeado de proyectos inmobiliarios y de otro tanto planeados a edificarse en los meses próximos.
Y es que las llamadas anónimas que alertaban sobre la detonación de una serie de bombas instaladas en Plaza 21, al parecer son producto de mentes enfermas y ambiciosas que pretender generar pánico para alejar a los parroquianos del lugar y provocar el cierre de ese centro diversión y así aligerar el proceso de reubicación y tirar por la borda un ambicioso proyecto planeado desde 1997 y que se creó para ofrecer un espacio digno y controlado a uno de los oficios más antiguos del mundo, la prostitución.
Sin conceder, pero reflejando una de las necesidades de diversión que exige un destino turístico tan importante como Cancún, no se puede seguir manejando a gusto y conveniencia de grupos empresariales y de autoridades en turno, a quienes sin importarles las afectaciones que causan pretenden desaparecer proyectos ambiciosos que garanticen el control y manejo de giros negros.
De ahí parte el interés de vigilar, escuchar y manejar cualquier proyecto enfocado a garantizar la seguridad en la operatividad de prostíbulos en este centro vacacional y tal parece que a las autoridades en turno se les ha olvidado presentar alternativas que se enfoquen al rescate y a la integración de este centro de diversión al entorno urbano que hoy se presenta producto del avance de la urbanización de la ciudad.
No se trata de avalar sin sustento la permanencia de Plaza 21 en una zona densamente poblada, sino de pugnar por su integración a la mancha urbana de una manera seria y responsable, pues intentar reubicarla a través de una campaña de desprestigio únicamente genera incertidumbre en los inversionistas dedicados a los giros negros y que en su momento creyeron en las promesas de las autoridades.
Por ello se hace necesario escuchar a los expertos urbanistas en el tema e integrar a los propietarios de negocios ubicados en Plaza 21, para obtener soluciones acordes a las necesidades y exigencias de una ciudad con un alto crecimiento como el que mantiene Cancún anualmente.
En esta edición se agregan las declaraciones del creador de este proyecto, el ingeniero Rafael Lara Lara, el cual cuando fungió como alcalde de Benito Juárez, logró la reubicación de un gran número de establecimientos dedicados al giro negro, asentarse en lo que hoy es Plaza 21.
En la entrevista el también presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Cancún, deja entrever que dado el crecimiento poblacional y como ocurrió durante su gestión administrativa municipal la presión civil obligó a la creación de Plaza 21 y hoy de igual forma considera en pocos años se tendrá que reubicar de igual manera, dados los planes de desarrollos de viviendas que se tienen planeados para esta zona.
A continuación de manera textual reproducimos la entrevista.
Presión social impone los cambios: Rafael Lara Lara
Es la presión social la que impone los cambios, como ocurrió en mi tiempo como alcalde y en donde atendimos y trasladamos en 1997 a los propietarios de bares del centro de la ciudad a la zona de tolerancia Plaza 21, dijo el ex presidente municipal Rafael Lara Lara.
El también presidente del Colegio de Ingenieros Civiles dijo que ya empezó la presión, debido al crecimiento de viviendas y en 2 ó 3 años más no habrá más remedio que remover de ahí a las instalaciones en donde la mancha urbana ya comenzó a rodearla.
Además, indicó que en esa zona hay planes de desarrollo de viviendas y eso lo ha marcado el crecimiento de la población, de ahí la presión social que se ha enfocado en Plaza 21.
Ubicada a las afueras de la ciudad, rumbo a la ciudad de Mérida, Yucatán, las instalaciones de la zona de tolerancia ya forman parte del entorno habitacional que paulatinamente y con los años se ha asentado por la zona.
“Eso es porque al principio, al realizar el proyecto, se consideró que estaba situado en una zona lejana, pero con el paso de los años el crecimiento urbano va marcando las zonas que finalmente son destinadas para el desarrollo y construcción de viviendas”, dijo el ex alcalde.
Señaló que la presión social ya comenzó y a Plaza 21 ya le ganó la mancha urbana, porque se sabe que hay planes para la construcción de viviendas en esa zona.
Dijo que por lo tanto a la larga tendrán que reubicarse esas instalaciones. Y no va a tardar mucho.
Lara Lara recordó que al inicio de su administración municipal ya se había programado por la anterior el proyecto de reubicación de todos los bares y centros nocturnos (giros negros) que ya se habían concentrado en la ciudad y, ante la presion social, se tuvo que trabajar de forma intensa para solucionarlo.
Dijo que esa presión llevó a realizar reuniones y mesas de diálogo con los propietarios de bares de la ciudad y de las zonas céntricas. “Tuvimos como resultado de la conciliación y el acercamiento la reubicación de los bares que habían sido señalados por su permanencia en la ciudad”.
Señaló que a partir de que fueron convencidos la presión social legó a buen termino porque los bares salieron de la zona céntrica y se fueron a una zona alejada.
Indicó que fue así como los propietarios de las instalaciones de Plaza 21 se reunieron y hablaron con los dueños de los bares y se arreglaron entre ellos, pues les dieron facilidades de pago y se logró concretar el traslado.
Fue así como los propietarios de bares se fueron convencidos a las nuevas instalaciones de Plaza 21.
Sin embargo, señaló que esa misma presión social que se tuvo hace unos años es la misma que ha comenzado a hacerse notar, para provocar de nuevo la reubicación de la zona de tolerancia.
Calculó que en dos o tres años más las instalaciones de la mencionada plaza tendrán que ser removidas de ahí. Porque fue la misma presión que se desató para reubicar a los bares de la zona centro y que fueron a Plaza 21 en 1997.
Agregó que cada vez la presión será más fuerte, porque actualmente no es tan directa, pero lo será más adelante. Y eso es porque las familias que se encuentran en la mancha urbana, que ya la rodean, van a aumentar los señalamientos en contra de las instalaciones. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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