CANCÚN, MX.- La construcción del nuevo Palacio Municipal y del Gran Parque Bicentenario no podrá iniciar en este año, a menos que el ayuntamiento de Benito Juárez decida violentar la ley ambiental, ya que la obra carece de la autorización de impacto ambiental, que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El proyecto, impulsado por el alcalde, Gregorio Sánchez, sólo posee un informe preventivo autorizado por el Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental de Quintana Roo (INIRA), que carece de facultades para evaluar obras o actividades en zonas forestales en donde existan especies protegidas por normas oficiales, advirtió la representante regional del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Alejandra Serrano.
La abogada subrayó que la autoridad indicada para evaluar esas obras, es la Semarnat, no el INIRA, por lo que la comuna tendrá que elaborar una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), lo que le llevará tiempo, sin contar con que la dependencia tardará, mínimo, 60 días para evaluar el estudio y emitir un resolutivo en el que apruebe o no el proyecto.
“Tienen autorización del INIRA, pero la bronca es que el tema no es de su competencia, sino de Semarnat; además de que no aplica un informe preventivo, sino una Manifestación de Impacto Ambiental.
“De nada les sirve tener el permiso de la INIRA, que de entrada no debió dar entrada al trámite, sino aclararle al ayuntamiento que no tiene facultades, pues es competencia de la federación al tratarse de una zona forestal que abriga especies protegidas”, dijo.
El Colegio de Biólogos elaboró una fe de hechos, en la que da cuenta de que la zona conocida como Ombligo Verde, en donde se funden las Supermanzanas 33 y 34, es habitada por una gran cantidad de especies protegidas por la norma oficial mexicana 059.
Además, la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó meses atrás, que durante la inspección que realizó en el sitio, fruto de una denuncia que les fue presentada por el desmonte de vegetación forestal, se confirmó que en el sitio existe selva media y especies que son representativas de la vegetación original que poseía Cancún antes de ser urbanizado.
El alcalde declaró días atrás que los primeros días de diciembre colocaría la primera piedra de la megaobra, para la cual dijo tener todos los permisos y autorizaciones y la que costará 260 millones de pesos.
Los permisos, se sabe ahora, no están completos y el dinero, se desconoce de dónde saldrá, de acuerdo con declaraciones del regidor José de la Peña, quien manifestó que no está etiquetado en el presupuesto para el ejercicio fiscal del 2010, por lo que expresó sus temores acerca de que exista algún desvío de recursos etiquetados para otras obras, que sirvan para pagar el nuevo Palacio y la plancha de cemento que dejará atrás la vegetación del Ombligo Verde. (Fuente: El Periódico)