Si hubiera un concurso de criador de cuervos, sin lugar a dudas ganaría Gregorio Sánchez.
Y es que la ofensiva “juliancista” está liderada a por un grupo que políticamente fue rescatado por el propio “Greg”.
De pena ajena, fue la presencia de Sergio Flores y Alejandro Noya, en la rueda de prensa, para amagar con “brazos caídos” si, como finalmente ocurrió anoche, “Greg” Sánchez, es el candidato de la alianza Movimiento Progresista.
Sergio Flores fue su secretario privado y hay quienes comentan que hasta le decía “papá”, mientras que la empresa de la que forma parte la familia Noya, Turicun, gozó de todo tipo de privilegios en la administración anterior.
Pero, lo que es hasta ridículo, es el argumento de la honestidad contra “Greg”, cuando ni sus prospectos, ni su Jefe, pasan la prueba más elemental.
En realidad, el conflicto entre Julián Ricalde y “Greg” Sánchez no es se trata de un conflicto interno del PRD; si no un una ofensiva del PRI contra el ex Alcalde en el interior del sol azteca.