COZUMEL, MX.- Se llevó a cabo este sábado la primera manifestación en contra del parque eólico que una empresa extranjera pretende instalar en el otro lado de la isla; la concentración se realizó en la explanada de la bandera.
Con pancartas como “no es energía limpia, es negocio sucio” y “salvemos nuestra isla”, los participantes en la concentración y la marcha mostraron su rechazo al polémico y controversial proyecto que se percibe como una seria amenaza para Cozumel.
Con la participación de estudiantes y residentes de la isla en general, la gente se empezó a reunir desde las seis y media de la tarde en la explanada de la bandera, en el centro de la ciudad, desde donde caminaron hasta el Palacio Municipal.
El proyecto de parque eólico en Cozumel, conocido por sus siglas como el ‘Pec’ palabra que también significa ‘perro’ en maya, genera una gran preocupación entre amplios sectores de la isla debido a que tiene el potencial de cambiar la estructura de la economía local de turística a semi industrial y también porque tendría graves implicaciones para el equilibrio ecológico y la viabilidad económica de la ínsula.
Además, representa para todo México la posibilidad de perder para siempre su única isla con presencia de selva tropical y destruir el hábitat de numerosas especies de aves, reptiles y mamíferos que son únicos en el mundo y que se supone están bajo estrictas leyes de protección ambiental.
De hecho, la propia ley federal de protección al ambiente advierte que no se debe dar una licencia de ese tipo en lugares donde se arriesgue a por lo menos una de esas especies y, en este caso, se amenaza a muchas de ellas.
Otro aspecto polémico del proyecto es que la energía que pretenden generar con las 32 torres de 150 metros de altura, ni siquiera será para los cozumeleños sino para Cancún y la Riviera Maya, igual que ocurrió con la arena.
Esos eran, entre otros, los argumentos que esgrimieron quienes asistieron a la concentración popular y que fueron llevados a las mismas puertas de la sede del gobierno local.
El proyecto del parque eólico ya fue rechazado en su primera versión por la Semarnat a nivel federal, pero menos de dos meses después de ese rechazo volvió a ser presentado en una versión reducida en número de torres, de 150 a 32, pero con iguales efectos perniciosos sobre el medio ambiente y el valor económico de los predios donde pretende instalarse, que son nada menos que las mejores playas del otro lado de la isla, las cuales se supone que son el patrimonio turístico de las nuevas generaciones de cozumeleños y que con estas torres gigantes, quedarían arruinadas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
