CANCÚN, MX.- Pese a que las acciones para proteger los arrecifes en Quintana Roo (México), Guatemala, Belice y Honduras presentan una evolución favorable, según el informe de Avances del Arrecife Mesoamericano(SAM) 2014 presentado ayer, los corales siguen perdiéndose de manera acelerada y la salud del macizo coralino es delicada, alertaron integrantes de la iniciativa “Arrecifes Saludables”, organización encargada del reporte.
Esta evaluación, de carácter multinacional y sistemática que involucra a los cuatro países y a 50 organizaciones, destaca que los esfuerzos para proteger el arrecife a nivel regional, son “moderados”, con una puntuación de 2.9, siendo 5 el valor más alto.
Belice, con 3.2, mantiene el liderazgo en acciones para conservar el SAM, considerada la segunda barrera arrecifal más grande del mundo después de la ubicada en Australia. Le siguen México (Quintana Roo) (3.1), Honduras (2.7) y Guatemala (2.4).
El estudio evalúa las acciones de organizaciones civiles, autoridades de gobierno e iniciativa privada, en siete hemisferios, con base en 28 indicadores, explicaron en conferencia de prensa, los coordinadores de Arrecifes Amigables (HRI por sus siglas en inglés) en Quintana Roo y México, Lorenzo Álvarez y Marisol Rueda Flores, acompañados por Kim Ley Cooper, director de Razonatura y Luis Bourillón, director del Programa Arrecife Mesoamericano, de la asociación civil Comunidad y Biodiversidad (COBI).
Álvarez expuso que el Informe de Avances evalúa las acciones realizadas para proteger al SAM y responde a la pregunta de “¿se está haciendo lo necesario para proteger el arrecife de coral?; mientras que el Reporte sobre la Salud Ecológica del SAM, evalúa su estado de conservación o deterioro.
Rueda Flores dijo que la evaluación se hizo con base a la cobertura de áreas marinas protegidas, el manejo de pesquerías basado en el ecosistema, el manejo de la zona costera, el saneamiento y tratamiento de aguas residuales, la investigación, educación y concientización; la sostenibilidad en el sector privado y los temas marinos globales, como el cambio climático.
México salió bien librado del ejercicio, debido a que se crearon nuevas áreas marinas protegidas en sitios como Cozumel o se instaló la red de refugios pesqueros de Alianza Kanan Kay, establecida por las cooperativas pesqueras en alianza con el gobierno local.
También se incrementó el porcentaje de área de arrecife coralino mexicano, bajo protección total, de 7% a 13.5%. Se impulsaron esquemas de producción de mariscos sustentables, por parte de Marine Stewardship Council para la langosta sustentable Chakay de Sian Ka’an y Banco Chinchorro y existen esfuerzos para incentivar proyectos que usen bioenergía y energía renovable.
Pese a los esfuerzos y avances en acciones, “faltan más actores que se involucren en la protección de arrecifes” –dijo Luis Bourillón- “el arrecife de coral se está perdiendo de manera muy acelerada”, alertó.
Con él, coincidió Lorenzo Álvarez, quien señaló que en el contexto regional “no debemos sentirnos orgullosos, el estado del arrecife es delicado”.
Entre los factores principales del deterioro de los corales, se mencionaron principalmente la contaminación por aguas residuales y el calentamiento global; lo primero, fomenta la presencia de nutrientes y algas y lo segundo, aumenta la acidificación del mar y el blanqueamiento del coral, además del incremento de la temperatura del océano, matando al arrecife.
Los especialistas concordaron en que la mejor inversión que podría hacerse a favor del sistema arrecifal, es en tratamiento de aguas residuales, para reducir la cantidad de contaminantes que llegan al mar.
Uno de los sectores con la evaluación más baja en la protección del macizo coralino, es el sector privado.
Bourillón dijo que a diferencia del sector pesquero, que tiene muy claro el impacto económico y comercial de no cuidar el arrefice, los empresarios no terminan de hacer esa conexión.
“Los manglares son el filtro que permite que el agua del Caribe sea transparente; los arrecifes son los generadores de la arena blanca de sus playas, porque proviene del coral pulverizado (…) falta desarrollar la corresponsabilidad del sector turístico en la protección de los arrecifes”, añadió. (Fuente: El Periódico)
