El sismo que reconfiguró la política | Por Raúl Caraveo Toledo

0
20

Una de las consecuencias directas e inmediatas de los sismos de septiembre son el banderazo de inicio de las campañas políticas en México, como siempre el oportunismo de los actores políticos ante la inacción del gobierno de la República o la falta de liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto.

En política los vacíos no existen y la tragedia mostro el rostro más frio y crudo de muchos actores de primer nivel en el escenario nacional. La corta visión y poca imaginación para proponer iniciativas que movieran la colectividad con el solo fin de la reconstrucción de los mexicanos en emergencia es la tónica actual.

Antes hemos mencionado que el presidente Peña Nieto con una aprobación menor al 17% y una no aprobación superior al 20% carece de posibilidades reales de mando y ejecución; los sismos fueron –al mismo tiempo- una dura prueba que no pudo superar. Perdió su última oportunidad y en ese camino arrastró a su partido y candidatos.

Hoy el debate nacional es entre las propuestas por reasignar los recursos públicos destinados a partidos y campañas para que se apliquen con urgencia a la reconstrucción. La primer propuesta fue de Andrés Manuel López Obrador, recibió una descalificación, se acusó de oportunismo, populismo, etc. Luego vinieron en una  escalada  propuestas similares siempre al ritmo tocado por AMLO, hasta contradictorias; hasta la supresión del proyecto  del aeropuerto, el recorte de sueldos a la alta burocracia, etc.  Ahora una reconvenida de efecto contrario, que si vamos a privatizar las elecciones, que si va a entrar dinero sucio a las campañas, que si la política electoral va a ser tocada por los dineros del crimen organizado, en fin. Como si no estuviera ya el dinero sucio en las campañas políticas.

Medios voceros del poder confunden, contradicen y mienten en cadena nacional para desvirtuar una demanda ciudadana; no dinero público a partidos políticos, primero la reconstrucción de todos los damnificados de Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Morelos, Puebla, etcétera.

En breve tiempo los medios oficiosos se ponen de acuerdo y sus líderes de opinión también, obviamente, para denostar una medida que ha ido cobrando fondo, que ha rescatado un sentimiento encontrado de la población por recuperar el espacio y dinero que corresponde a los ciudadanos mexicanos no a sus políticos.

Los ciudadanos están hartos de las campañas políticas, están hartos de ver el dinero tirado por la basura en pendones, playeras, spots, gorras, cualquier objeto promocional de cualquier candidato de cualquier partido político. Ya no puede ser admisible que la falta de sensibilidad y criterio de los actores políticos se enfoque en la tradicional campaña política del siglo pasado.

Una lección que viene de la emergencia por los sismos es el rechazo a esa formas tradicionales de hacer política a la mexicana, a partir de ahora el candidato que obsequie basura solo estará haciendo su tumba, el candidato que no haya entendido y que quiera engañar regalando despensas que a su vez fueron recolectadas por los mexicanos para los damnificados estará ofendiendo nuestra inteligencia.

En medio de este inicio de campañas se logra vislumbrar que la competencia por la presidencial será de dos aspirantes; uno el que lleva la delantera AMLO y el otro quien resulte por el frente  PAN-PRD-MC muy posible Ricardo Anaya.

Damnificados aspirantes a candidatos son muchos, y a cada momento seguirán surgiendo más por lo pronto, en la línea de salida se quedan sin participar: Miguel Ángel Mancera, Osorio Chong, Aurelio Nuño y Meade (las cartas más fuertes del presidente más débil están tambaleándose);  Margarita Zavala solo podría serlo como independiente o por  un partido enano; Moreno Valle se descalabró en el intento.

Los mejores posicionados y que han reaccionado asertivamente ante la tragedia son López Obrador y Ricardo Anaya, sin duda. Aunque los medios oficialistas no lo quieran entender o –dicho de otra forma- hagan lo posible por evitar su liderazgo. Es el resultado de la empatía con los ciudadanos.

Lo que no entienden aún los estrategas del PRI y del gobierno es que en la medida que las respuestas que han dado sean intrascendentes ante la magnitud de los sismos, son más los puntos negativos que suman, en la medida que opten por comprar medios y “líderes de opinión” con olor a naftalina es más la contra campaña o el efecto antitético.

La función de las redes sociales y el periodismo alternativo se convierte en atídoto de las estrategias gubernamentales, es decir esa carrera ya la perdió  hoy el PRI que abandera Peña Nieto con lo que se puede ubicar en cuarto sitio de la salida de la carrera electoral 2018. El más débil de una carrera que pensaban sería entre tres.

El tema de las candidaturas  independientes es muy complejo pero jugará un papel definitivo en la fragmentación del voto, mientras esos independientes no necesitan enemigos ya que ellos solos se anulan solo vean a Pedro Ferriz, Armando Ríos Piter, Jaime Rodríguez Calderón.

Gracias por su lectura y reproducciones en twitter y facebook

@raulcaraveo 

*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la  Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX, profesor de diversas instituciones privadas y Consejero electoral del IFE-INE de  Quintana Roo de 2005 a 2015,  asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Conalep Quintana Roo, escribe para www.sdpnoticias.com  www.insurgentepress.com    www.gobernantes.com    www.revistadigitalqr.com..mx  www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com www.pedrocanche.com  y en Chicago, Illinois; www.laprensaus.com  y www.alparedon.com

Comentarios en Facebook