TABASCO, MX.- Desde el pasado 31 de diciembre, a través de un mensaje de Whatsapp, y sin haber recibido la liquidación correspondiente, fueron despedidos 500 trabajadores del Régimen en Salud Seguro Popular, que ayer se manifestaron de forma pacífica, publicó El Sol de México.
El grupo de trabajadores, que cuenta con 12 años de servicio, dijo quedarse sin el sustento para sus familias, por lo que pidió a la nueva titular de Seguro Popular en la entidad, Gabriela Tello Maglioni, les diera una explicación.
“Somos más de 500 empleados, somos el sustento de nuestras familias y por eso estamos aquí”, señaló Carlos Esmelin Madrigal, operador del Seguro Popular en la entidad.
Los manifestantes acusaron que las nuevas autoridades estatales les informaron que la decisión obedecía a la determinación del presidente de la república para desaparecer el Sistema de Protección Social en Salud y transferirlo al IMSS para concretar la federalización de todos los servicios de salud en el país.
Los trabajadores despedidos expusieron que la administración anterior les quedó a deber un retroactivo y el bono sexenal, y por si fuera poco, ahora se quedan sin trabajo.
Algunos de los trabajadores provienen de otros municipios del estado y pidieron a Gabriela Tello una solución, argumentando que tienen firmados resguardos de todo lo que hay en las instalaciones.
Por su parte, empleados de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam) se manifestaron ayer frente a las instalaciones de dicha dependencia, ubicadas cerca de la Plaza de Toros, en protesta porque desde el pasado miércoles son presionados para que entreguen sus renuncias voluntarias.
Esto a pesar de que algunos de ellos tienen más de 20 años de antigüedad, por lo que serían despedidos sin derecho a ninguna prestación adicional por tiempo de servicio.
Aunque pidieron mantener el anonimato para no ser señalados por sus nuevos jefes, los inconformes comentaron que a todos les pidieron las renuncias y los sacaron prácticamente de sus áreas de trabajo, por lo que decidieron quedarse en los pasillos.
Acusan que son tratados como delincuentes, aunque lo más raro del asunto es que al menos unas tres personas que acudieron a realizar estos despidos nunca se identificaron, y se han conducido de manera prepotente.
Luego de pedirles a los trabajadores las llaves de sus escritorios y de los archiveros les dijeron que se retiraran sin llevarse sus pertenencias, por lo que procedieron a cerrar las puertas y dejarlos afuera.
Minutos más tarde les avisaron que personal de Recursos Humanos los llamaba para que firmaran sus renuncias sin importar la antigüedad. Debido a esta situación, los inconformes amenazaron con acudir ante las instancias legales a fin de hacer valer sus derechos y obtener cuando menos una módica liquidación. (Fuente: El Sol de México)
