Por Rafael Briceño
OTHÓN P. BLANCO, MX. – Desde la capital del Estado, donde los votos lo llevaron a ganar las elecciones en el 2016 y donde han surgido serios serios cuestionamientos, a un año de la renovación del poder Ejecutivo, por el abandono en el que se encuentra el sur y el incumplimiento de sus compromisos de campaña, el gobernador Carlos Joaquín González manifestó su convencimiento del resultado de su gestión “que quizá no se explique con palabras sino con reformas y estilos de conducción que son de carácter estructural y las acciones se acreditan con el paso del tiempo”.
El escenario de su discurso fue la entrega de la medalla al mérito indígena ‘Cecilio Chi’ en una sesión solemne efectuada en un edificio del poder Legislativo rodeado nuevamente de vallas, con la asistencia de un grupo selecto de funcionarios de los tres niveles de gobierno y la notoria ausencia de representantes ciudadanos.
Afirmó que, “aunque para algunos se llamen derrotas, que poca visión de la realidad, ha logrado manejar con responsabilidad y liderazgo una pandemia que afectó la recaudación propia por la dependencia a la actividad turística el Estado está en franco proceso de recuperación económica”.
Sobre los cuestionamientos que han surgido por presuntos actos de corrupción, afirmó que se propuso acabar con la impunidad y hacer un gobierno decente y se dijo convencido del camino trazado.
“Expreso mi reconocimiento y felicitación a quienes comparten esta visión de no bajar los brazos, de trabajar en forma civilizada entre todos para lograr entre todos espacios políticos y ese amor por Quintana Roo”, señaló.
Fue enfático al manifestar su convicción y optimismo por el hecho de que los cambios ocurridos en su administración permitirán impulsar el dinamismo económico que el estado necesita y afianzar el liderazgo turístico.
En materia financiera, dijo que su gobierno hizo lo que tenía que hacer para que los quintanarroenses pudieran respirar de la asfixiante deuda heredada y que estableció las bases para que la transparencia se convierta en la bandera de su gestión “enterrando la impunidad y latrocinio que existía”.
En referencia a los señalamientos por el abandono en el que se encuentra la zona sur, aseguro que la reestructuración administrativa que hizo desde el inicio le ha permitido al estado mantener mayores posibilidades de inversión en materia de salud, educación y mejorar la infraestructura de la zona sur que tanto tiempo fue abandonada.
Impulsamos una forma de gobernar donde la potestad política no pasa por una sola persona o corriente partidaria y abrimos la puerta a un juego democrático como jamás se había visto, afirmó.
Acuñó la frase ‘sentimiento quintanarroense’ al referirse a las acciones que ha desarrollado para beneficio de las comunidades rurales.
Con acciones emblemáticas para combatir la pobreza y desigualdad como la dotación de agua potable en el 90 por ciento de las comunidades, modernización del alumbrado público, infraestructura de apoyo a personas con discapacidad y mejoramiento de parques, huertos familiares, permacultura, estufas ecológicas, acceso digital con servicio telefónico e Internet, y la reconstrucción de todos los centro de salud, educación y justicia para las mujeres.
Aunque habitantes de las comunidades rurales y en particular de los centros ceremoniales han puesto en evidencia el distanciamiento con la autoridad por el desempeño del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Joaquín González afirmó que su administración otorgó apoyos a los centros ceremoniales, iglesias, y a los dignatarios mayas con pleno respeto a sus usos y costumbres.
Reiteró su compromiso, ante Dignatarios Mayas, de ser el más firme aliado de las comunidades rurales.
Durante la sesión solemne, el gobernador del Estado hizo un reconocimiento a los legisladores por el trabajo conjunto para impulsar el desarrollo y progreso de Quintana Roo.
Reconozco a todas las fuerzas políticas y a quienes coinciden con el proyecto democrático que hemos impulsado y a quienes tienen diferencias, “pero a todos porque posibilitan un espacio que abraza la madurez política que el Estado ha construido en estos años y que muestra que más allá de las diferencias pueden establecer consensos sobre las grandes reformas que se necesitan para el bienestar de todos los quintanarroenses”. (Noticaribe)
lo bueno es que ya nadie le cree
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