Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- En un solo día, la Unidad Especializada en la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Fiscalía General del Estado (FGE) reportó la activación de tres alertas Ámber por la desaparición de tres mujeres en Yucatán y aunque una ya fue identificada, hay dos que aún siguen sin ser halladas.
El miércoles, fueron tres los reportes públicos de personas que desaparecieron, todas mujeres, María Claudia Huchín Pech, una joven de 17 años que fue vista por última vez en San Esteban, Oxkutzcab y María Andrea Martínez Acosta, de 31 años, de quien se sabía como último paradero el entronque del municipio Chocholá, en la carretera Mérida Campeche y que ya fue hallada.
La tercera persona es una mujer de origen australiano, por la cual incluso fue activado el protocolo Alba, es decir, se involucraron todos los niveles de gobierno para su búsqueda.
La mujer de nombre Tahnee Louise Shanks fue vista por última vez el pasado 30 de abril y familiares reportaron que se encontraba en el puerto yucateco El Cuyo.
En este caso, también la Fiscalía General de Quintana Roo activó el protocolo Alba, sobre todo porque su caso se relaciona con el hallazgo de una niña de dos años que deambulaba por las calles y resultó ser su hija.
La joven de 32 años vivía en Centroamérica con su pareja Jorge Aguirre Estudillo y su hija Adelynn, de dos años.
Incluso sus familiares ofrecen recompensa por si alguna persona da señales de su paradero.
Al respecto, la activista y fundadora de Uady Sin Acoso, Rosa Cruz Pech, consideró que se trata de una problemática urgente por atender, ya que cada vez queda más en evidencia la inseguridad que se vive en el estado.
Consideró que es preciso exigirles a las autoridades la garantía de la seguridad que se proyecta al exterior del estado, sobre todo cuando se han destinado recursos para el programa ‘Yucatán Seguro’, el cual ha requerido más colocación de cámaras de seguridad, de las cuales se podría echar mano para dar con estas mujeres reportadas como desaparecidas.
La situación ha ocasionado también que las mujeres de Yucatán se sientan constantemente en riesgo cuando salen a las calles.
